Las recientes emergencias por las torrenciales lluvias que se precipitaron sobre el territorio nacional mostraron otra faceta sobre el servicio público que el Estado brinda a la población durante el Gobierno del presidente Nayib Bukele.
La sinergia que existe entre los órganos de Estado permitió que la emergencia roja decretada por el Ejecutivo a través de Protección Civil tuviera eco en la Asamblea Legislativa, donde se declaró un estado de emergencia, el cual ayudó a atender de mejor manera a la población.
Fue un hecho muy sorprendente porque, en promedio, el país tuvo un acumulado de lluvias en ocho días, casi comparable a lo recibido durante 15 días de noviembre de 1998, con el huracán Mitch.
A medida que las lluvias cedieron, el país empezó a volver a la normalidad, pero no sin antes iniciar los procesos de reconstrucción de la infraestructura vial dañada por el agua, muchos de los cuales se realizaron incluso bajo el mal tiempo, garantizando la total apertura de las calles y carreteras.
El Gobierno incluso asistió en la reparación de un puente en Guatemala, vital para garantizar el suministro de hortalizas y frutas para El Salvador, una medida que también fue celebrada por ciudadanos del vecino país.
El viernes, otro puente, en Jutiapa, sufrió un socavón, lo que obliga a desviar a los transportistas que transitan en Guatemala con mercaderías hacia o desde El Salvador. El fin de semana, la asociación de importadores del mercado de mayoreo La Tiendona anunció que se habían tomado varios acuerdos para garantizar el suministro de vegetales al país, por lo que se garantizaba no solo la disponibilidad de productos, sino también el precio para los consumidores.
El Gobierno del presidente Bukele buscó llegar más allá y anunció el establecimiento de una red de puntos de abastecimiento de hortalizas y frutas a precios justos. En la primera fase, los puntos de venta están ubicados en populosos distritos de municipios de los departamentos de San Salvador y La Libertad, como San Marcos, Soyapango, Ilopango, Apopa y San Martín, además de Quezaltepeque, Santa Tecla y San Juan Opico.
El Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) garantiza que son productos frescos y baratos, puesto que vienen directamente de los productores nacionales e importadores, sin intermediarios.
Y se trata de beneficios únicamente para las familias, ya que la venta a cualquier tipo de comerciantes está prohibida. El MAG tiene previsto ampliar esta red de puntos de venta a otras zonas del país.