Cuando era niña soñaba con ser una empresaria y dedicarse a los negocios, pero por diversas razones decidió estudiar cirugía dental en la Universidad de El Salvador (UES) y comenzó la carrera en 2014.
Nueve años han pasado y Nathaly Ramírez Umaña tiene 27 años y se ha convertido en una destacada odontóloga que también se desempeña como vocera de la campaña Súmate a la U, de la Dirección de Educación Superior del Ministerio de Educación (Mined).
Esta profesional logró vencer diversos obstáculos para obtener su título universitario. Decidió estudiar en la UES debido a que era la opción económica más viable, pues no podía costear la carrera en un centro de estudios privado. Su mamá emigró a Estados Unidos cuando ella era una niña para apoyar económicamente a la familia, por lo que Nathaly creció con su abuela y su papá, quien se desempeñaba como mensajero en una fundación.
Después de sacrificios económicos y familiares, Nathaly y su hermano completaron sus carreras y fueron los primeros en la familia en obtener títulos universitarios, lo que ella describe como un hecho que rompe paradigmas que demuestra que los jóvenes pueden cumplir sus objetivos académicos con disciplina, organización y perseverancia.
«Mi mamá trabajaba en Estados Unidos haciendo limpieza o en trabajos similares, y ella me llamaba por teléfono, pero yo no la conocía. La pude conocer hasta los 24 años que ella logró salir de Estados Unidos porque no era residente. Ella me apoyó a estudiar y puedo decir que una carrera universitaria cambió el rumbo de mi vida», indicó.
Actualmente, administra su clínica odontológica en la colonia La Mascota, en San Salvador, por lo que pudo combinar su sueño de ser empresaria y la motivación por desempeñarse como dentista.
«Mi familia no era de dinero ni nada, y si yo no hubiera estudiado una carrera universitaria no hubiera logrado las oportunidades que ahora tengo, porque la carrera me abrió las puertas para poner mi clínica», reiteró.
La joven destacó que la importancia de las carreras universitarias no radica únicamente en su capacidad para generar ingresos económicos, sino también en el servicio que se ofrece a las personas que se les dificulta acceder a los servicios de salud.
En la universidad hizo tratamientos a personas de escasos recursos, los cuales tenían costos simbólicos, pero si los pacientes no podían pagarlos, la estudiante absorbía los gastos.
«Cualquier carrera nos da la oportunidad de servir. La odontología me permite tener un contacto directo con las personas, y no solo me mueve una motivación económica, sino también conocer la realidad de los demás y ayudarlos», indicó.
Por lo tanto, ahora busca motivar a que los jóvenes salvadoreños se inscriban en las instituciones de educación superior para que puedan acceder a mejores oportunidades académicas y laborales. Como vocera de la campaña Súmate a la U está comprometida en dar seguimiento a jóvenes que quieran estudiar una carrera en el área de la salud.
«Me gustaría tener un grupo de jóvenes para motivarlos, dar charlas y trabajar en colaboración con el Mined. Ahora ya no hay excusas para estudiar, la UES es gratuita y se tiene mucho más apoyo que antes», indicó.
Su trabajo como vocera también se enfocará en las redes sociales, donde posee muchas seguidoras. Compartirá mensajes informativos y de empoderamiento para las mujeres con el objetivo de que estudien carreras técnicas y científicas. Cabe destacar que en El Salvador se reportó este año un incremento del 4 % de mujeres inscritas en áreas STEAM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería, Artes y Matemáticas, por su sigla en inglés).
«Les digo a los jóvenes que no se detengan, pueden existir miles de obstáculos, pero lo más importante es que sean fieles a sus sueños. Debemos quitarnos los miedos y las excusas para estudiar, las mujeres pueden seguir empoderándose y aspirar a mejores cargos», indicó.
En el futuro, tiene proyectado completar cursos y especializaciones, y lo más importante es que buscará cumplir todas las metas y los sueños que tuvo desde niña.