La «Ley del Ex» se hizo presente en el Wanda Metropolitano gracias al gol de Luis Suárez, con el que el Atlético de Madrid firmó el 2-0 ante el Barcelona, hundiendo más al equipo blaugrana en una crisis de la que parece nunca despertar.
El gol de Suárez llegó al minuto 43, luego de una jugada exquisita al contragolpe y donde dejó completamente congelado a Marc-André ter Stegen y anuló toda posible resistencia de Gerard Piqué en la línea de gol.
Tras marcar, Suárez juntó sus manos y agachó su rostro en señal de pedir perdón al marcarle a uno de sus exequipos. Sin embargo, luego de eso, hizo un gesto de llamada telefónica, el cual las redes sociales lo tomaron como un recado personal al entrenador blaugrana, Ronald Koeman.
La temporada pasada, Suárez fue notificado por Koeman que no entraba en sus planes para el equipo a través de una llamada telefónica. Posterior a eso, Suárez fue relegado sistemáticamente dentro del equipo, lo que derivó en su salida al Atlético de Madrid, con el que conquistó el campeonato de LaLiga.
Tras el partido, Suárez fue cuestionado sobre si ese gesto era una dedicatoria a Koeman. El uruguayo negó que se tratara de una indirecta, sin embargo, dejó abierta la puerta a que su gesto se pueda interpretar de esa forma.
«Era para la gente que tiene mi número, que sepa que sigue siendo el mismo, que no lo he cambiado… ¿Por Koeman? No, si quiere tomárselo a pecho… pero no, era una broma que había pactado con mis hijos…», dijo el uruguayo a los medios tras el partido.