La salvadoreña Teti Gómez, de 40 años, es piloto e ingeniera aeroespacial. Desde pequeña tuvo el sueño de volar y conocer lo que había más allá del planeta Tierra. Comentó que, pese a que creció en medio de la guerra civil, con cambios sociales importantes en el país y una situación económica ajustada, decidió continuar soñando y no dejar de lado sus metas.
«Cuando estaba pequeña soñaba con volar, con las estrellas; quería entender qué había más allá de nuestro planeta. Eso estuvo siempre en mi corazón. Fue algo que cuando iba creciendo nunca cambió, porque en mi casa siempre me dijeron que tenía todos los talentos y las capacidades y que, si en algún momento yo llegaba a dudar de esto, por los recursos económicos escasos que teníamos, me sintiera segura de que todo se podía lograr», expresó.
En este sentido, Teti detalló que uno de los pilares fundamentales fue el apoyo emocional que sus padres siempre le brindaron, ya que se preocuparon por crear en ella una salud mental sólida y sana desde su niñez. Esto se convirtió en el principal legado que sus padres le inculcaron y lo que le permitió desenvolverse en cualquier ámbito.
«Mi papá me decía que los niños son las naves espaciales y los padres son los propulsores que deben impulsarlos para alcanzar sus sueños», recalcó.
El apoyo que le brindarony la seguridad que desde pequeña le inculcaron sus padres la ayudaron a cumplir cada una de sus metas.
Fue así como esta joven, a los 17 años, dio el primer paso para alcanzar su sueño más grande y empezó a estudiar para convertirse en piloto comercial, acompañada por el esfuerzo de sus padres y los nuevos colegas que se encontró en el camino, quienes la han apoyado aún en la actualidad.
Cuando se graduó como piloto e instructora de vuelo, Teti se propuso todavía llegar más lejos. Se enfocó en continuar buscando el sueño anhelado: conocer más allá del planeta Tierra.
Es así como decidió optar por una beca Fantel y de ese modo logró llegar a Estados Unidos, donde estudió Ingeniería Aeroespacial en la Universidad de Arizona.
Durante su carrera y como parte de una investigación que llevó a cabo, fue seleccionada por la NASA para liderar un proyecto de microvehículos aéreos con capacidad de recolección de data y vigilancia, y así pudo trabajar de la mano con astronautas e iniciar una carrera con experiencia en este ámbito.
El año pasado, Gómez publicó su libro «¡Sin límites!», en el que relata la historia de cómo una niña salvadoreña se convirtió en piloto e ingeniera aeroespacial. En él recopila memorias de su niñez y de cómo un sueño de infancia la llevó a alcanzar sus grandes metas.
«Siempre he creído que existen oportunidades para todos y que los estímulos y la confianza en uno mismo inician desde la niñez con el papel y el apoyo de los padres, que fomentan el optimismo y la determinación», enfatizó.
Gracias a los estudios y a la experiencia adquirida, Teti ha trabajado en diseños de aeronaves, ha sido ingeniera de vuelos de prueba y rendimiento y ha impartido ponencias y capacitaciones en países como Inglaterra, Escocia, Alemania, Noruega, Holanda, España, Malasia, Canadá, Estados Unidos, entre otros.
Asimismo, como parte de su aprendizaje, brinda conferencias motivacionales, asesorías, consultorías, mentorías y webinarios alrededor de todo el mundo, dirigidos a jóvenes y adultos que son profesionales en la rama.
Durante su carrera ha sido ingeniera de vuelos de prueba y rendimiento. Comenzó su carrera como piloto a los 20 años.