En el marco de la primera fase de vacunación contra la COVID-19, las dosis llegaron ayer al occidente del país para ser aplicadas al personal de Salud y así garantizar que estén protegidos, mientras brindan la asistencia necesaria a la población.
Estas vacunas pertenecen al primer lote que el Gobierno del presidente, Nayib Bukele, adquirió con AstraZeneca, gracias a las gestiones iniciadas en junio del año pasado.
La caravana que trasladaba las vacunas fue encabezada por el ministro de Salud, Francisco AlabÍ, junto a la viceministra, Karla Díaz, y la directora del primer nivel de atención, Patricia Valiente.
El ministro afirmó que la distribución de los insumos se dirigía hacia las unidades de salud de Chalchuapa y Santa Ana, al Hospital Nacional General Francisco Menéndez de Ahuachapán y a la unidad médica del Instituto Salvadoreño del Seguro Social (ISSS) de este departamento, donde se encuentra uno de los 162 centros de vacunación que el presidente de la República, Nayib Bukele, ordenó construir para asegurar el buen manejo de la vacuna.
Alabí aplicó personalmente la vacuna a los profesionales de la Unidad Comunitaria de Salud Familiar (UCSF) de Chalchuapa, Santa Ana, y a quienes laboran en el Hospital Nacional de esta cabecera departamental.
«El éxito en el manejo de la pandemia ha sido tener la visión clara, trabajar en equipo, tomar la responsabilidad de cada uno, y sacar adelante al país», enfatizó el ministro de salud, durante la jornada de vacunación en Ahuachapán.
Para acceder a la vacuna, el personal de primera línea debe hacerlo en cinco pasos: el prechequeo, orientación, registro, vacunación y observación, este último por posibles complicaciones o efectos adversos, que el paciente pueda presentar.
Hasta el momento, según las autoridades, únicamente se han reportado dolores y malestares leves.