Nicaragua ha albergado a los expresidentes salvadoreños del FMLN, Mauricio Funes Cartagena y Salvador Sánchez Cerén, quienes, además han sido nacionalizados por el régimen de Daniel Ortega, para evadir la justicia, ya que cuentan con orden de captura por orden judicial tras ser señalados por delitos de corrupción.
El ahora ciudadano nicaragüense, Mauricio Funes, es acusado por la Fiscalía General de la República (FGR) por delitos de enriquecimiento ilícito, peculado, malversación, negociaciones ilícitas y tráfico de influencias, solicitó asilo en Nicaragua cuando mantenía estas órdenes de captura.
Por otra parte, Salvador Sánchez Cerén también abandonó el territorio salvadoreño, según la FGR en noviembre del año pasado. Ahora, es buscado por la justicia salvadoreña tras ser acusado del delito de apropiación de fondos públicos cuando fungió como vicepresidente de la República en el periodo de Mauricio Funes.
La canciller salvadoreña, Alexandral Hill, cuestionó la reciente nacionalización del expresidente Salvador Sánchez Cerén, sin embargo, el ministro de Relaciones Exteriores de Nicaragua, Denis Moncada, exigió a la funcionaria a través de una carta a no entrometerse en asuntos internos del país.
«Si se determina que las personas que cometieron actos de corrupción están fuera del país, deben enfrentar la justicia. Utilizaremos todos los mecanismos disponibles para traerlos», señaló el ministro de Seguridad, Gustavo Villatoro.