Soy abogado y no recuerdo que en las aulas de derecho enseñaran que no debemos cumplir una ley, si no es de nuestro agrado. Lo que aprendí fue que estamos obligados a cumplirlas, aunque no nos gusten. Por eso el dicho romano «la ley es la ley» («dura lex sed lex»).
En el derecho romano la ley era concebida como el mandato emanado del pueblo, y como «lex romana» era la norma sancionada por las asambleas populares, que abarcaban una extensa rama de leyes obligatorias, que recordaban a las personas cómo convivir en armonía acatando las leyes.
Y es que uno de los deberes de todo ciudadano es cumplir la Constitución (Cn) y la ley. Dice nuestro Código Civil que la ley obliga en el territorio de la república en virtud de su solemne promulgación y es de obligatorio cumplimiento. Los diputados —entre otros— tienen iniciativa de ley; es decir, pueden proponer al seno de la Asamblea Legislativa (AL) que se regule algún aspecto de la vida social, jurídica, política o económica del país; y darle trámite a toda solicitud de quienes también tienen iniciativa de hacerlo, como el sr. presidente constitucional de la república, Nayib Bukele; para luego seguir el procedimiento de formación, promulgación y vigencia de ley, y ya que le corresponde a la AL la tarea de decretar dichas leyes, es esta la forma en cómo se van reformando y creando las leyes, que luego se publican en el «Diario Oficial».
La Ley Bitcóin es una de esas que nació por iniciativa del presidente Bukele, vigente desde el 7 de septiembre pasado, decretada en legal forma por los diputados de la AL de El Salvador, elegidos mediante el voto popular (sin tener que cargar con 75,000 muertes de guerra, para luego hacerse partido político). Sin embargo, algunos están en contra de dicha ley, hacen vandalismo en la vía pública, destruyen cajeros ATM de Chivo «wallet» y cometen actos de terrorismo como supuestos simpatizantes de ARENA-FMLN, en el consulado de Long Island, en NY, quemaron un vehículo (como en la guerra); no obstante, más de 1.6 millones de salvadoreños ya usan Chivo, informó el presidente Bukele; y eso que no es obligatorio.
A esos rebeldes les parece bien llevar la contraria al Gobierno, todo les parece malo y se quejan de todo lo bueno que ofrece. Hasta Fernanfloo y otros «influencers» han sido atacados. Desde algunas ONG vemos exfuncionarios, uno de ellos lo vimos solito en la calle como dando vía contra el bitcóin, pidiendo sanciones a nuestro pueblo. Nos quieren ver hundidos, no son dignos de la patria; pero cuando eran funcionarios, todo lo malo de los anteriores Gobiernos les parecía bueno.
Si una ley es contraria a la Constitución, es la Sala de lo Constitucional la que lo determina, no el vandalismo, los insultos, la toma de armas y las mentiras, que tienen como padre al diablo.
Camino a Surf City, bitcóin, Tren del Pacífico, aeropuerto de oriente, excelente manejo de la COVID-19, hospitales nuevos, vacunas anti-COVID-19, seguridad, carreteras, CUBO, alimentos, aumento al salario mínimo, el agro, el café, etcétera, todas muy buenas acciones, ¿o no? Ya dejen de llamar malo a lo bueno y bueno a lo malo. Tenemos el Gobierno que merecemos porque así lo elegimos. Dios-Unión-Libertad.