Maximiliano Ernesto Pérez, empleado de la Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos (PDDH) fue encontrado con vida tras cinco días de haber sido reportado como desaparecido. El caso tomó relevancia pues fue viralizado a través de las redes sociales luego que familiares y compañeros de trabajo solicitaban cualquier información que diera con el paradero del comunicador.
El caso de Pérez forma parte de las 1,192 denuncias de personas desaparecidas que registra la Policía Nacional (PNC) entre el 1 de enero al 26 de octubre de 2020, el año pasado en el mismo periodo fueron 2,383 denuncias, es decir 1,991 casos menos; una reducción del 50%.
La Corporación detalla que a la fecha ha localizado con vida a 569 personas de esas 1,192 reportadas como desaparecidas, y en la mayoría de los casos no hubo delito que perseguir (512), mientras que en 57 si reportaron algún tipo de delito relacionado con la desaparición (pretender obtener dinero de la familia o cobrar un seguro, por ejemplo), en algunos casos, las autoridades los catalogan como «desaparición voluntaria» atribuida a cualquier causa; 58 personas fueron encontradas muertas y 515 denuncias están activas en proceso de ubicación.
En el caso de Pérez, tanto la Policía como la Fiscalía activaron el Protocolo de Acción Urgente (PAU) de personas desaparecidas y tras una acción coordinada fue localizado en una casa de huéspedes en San Salvador.
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Según la fiscalía, el 9 de agosto las cámaras del Sistema Argus alertaron a agentes policiales sobre un vehículo sospechoso marca Hyundai, azul, el cual estaba parqueado en la casa de huéspedes situada en la calle 5 de noviembre de San Salvador.
El automóvil era conducido por Pérez, quien se desempeña en el área de comunicaciones de la PDDH, los agentes policiales realizaron una requisa y le encontraron 48 porciones pequeñas de polvo blanco, y que tras hacerle pruebas resultó positiva a cocaína. Ahora, «el desaparecido» Pérez, tiene un proceso penal abierto en el Juzgado 10° de Paz de San Salvador por el delito de posesión y tenencia de droga en perjuicio de la salud pública.
El año pasado a la misma fecha, la PNC había localizado con vida a 1,257 personas, de estas, en 1,131 no había delito relacionado que perseguir y 126 reportaron delito.
Causas de las desapariciones
Violencia intrafamiliar, acoso, problemas de falta de comunicación entre padres e hijos, situaciones sentimentales están entre las principales causas de personas que fueron reportadas desaparecidas y luego halladas con vida.
Par el criminólogo Ricardo Sosa el comportamiento diario de personas desaparecidas ha tenido un descenso constante desde junio de 2019, asegura que esa baja se ha incrementado en los primeros ocho meses y medio de 2020. Sosa es de la idea que esta reducción se debe a los resultados del Plan Control Territorial.
«Siempre ha habido una relación entre homicidios y personas desaparecidas. En la década anterior era que había menos homicidios, pero se incrementaban las denuncias de personas desaparecidas, esa tendencia se ha quebrado a partir de la administración actual de la PNC y la FGR. Han bajado los homicidios y el reporte de desaparecidos también, hay una clara tendencia a la baja», manifiesta Sosa.
Ingeniera se excede con medicamentos y desaparece
La ingeniera industrial Carmen Elena de González fue reportada como desaparecida el 2 de febrero de este año y tras cinco días de búsqueda fue localizada con vida en el centro de San Salvador.
En esa oportunidad, los familiares de González, explicaron que la señora desapareció en las inmediaciones del estadio Cuscatlán cuando se disponía a bordar un autobús de la Ruta 5.
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Un pariente informó que el día de la desaparición, la víctima se dirigía a un cumpleaños de un familiar en Antiguo Cuscatlán, pero por una sobredosis de medicamentos para conciliar el sueño se desvarió y nunca llegó a la reunión familiar.
Tras varios días de búsqueda, la ingeniera apareció, y los familiares avisaron que la víctima había sido localizada en los alrededores del centro de San Salvador y el caso fue cerrado. Sin embargo, el criminólogo Sosa manifiesta que hay muchas familias que no notifican la aparición y las denuncias siguen activas tanto en la PNC como en la FGR y es donde se da un subregistro.
«Existe un problema que cuando la víctima aparece y no había delito no informan al FGR ni a la PNC, por eso es que tenemos un 66 %, seguramente han aparecido y la familia no la reportó», dice Sosa.
Para que no exista un subregistro, el especialista sugiere que deberían crear una normativa para imponer sanciones a todas las personas que no reportan la aparición de las víctimas y las denuncias se mantienen activas.