Madres, hijas, profesionales del arte, de la ciencia, las tecnologías y otras ramas más. Mujeres, seres que desde la historia, pese a todo pronóstico y barrera, han abierto brecha para crear mejores condiciones. Sus actos, a pesar de ser mensajes claros y contundentes, no han sido capaces hasta estos días de lograr una condición de igualdad social, aunque en el trazo de esa lucha se han dado pasos importantes que, sin duda, han sido grandes oportunidades para demostrar al mundo de que están hechas. En El Salvador, cada vez son más las mujeres fuertes y tenaces que con sus habilidades, profesionalismo y constante perseverancia demuestran las fuerza con la que mueven una sociedad y su entorno. Este el caso de Florence Umaña, destacada artista salvadoreña, trabajadora, y estudiante, que nos relata su perspectiva acerca de su vida artística y la conmemoración del 8 de marzo, Día Nacional e Internacional de la Mujer.
¿Cómo inicia tu vida artística?
Estuve en un programa de televisión en el 2014, esa fue mi primera exposición ante un público súper grande porque fue televisado a nivel nacional. Antes de eso solo había estado en el grupo musical del colegio y en un coro que se llama Coro Grupo Esperanza Azteca. Ahí aprendí lo básico del solfeo y técnicas de coro. Hasta ahí no había tenido mayor exposición con el público, fue hasta el 2014. A partir de eso, de ese concurso, se me abrieron puertas. Estuve cantando con la Orquesta Platinum, con la Orqueta Sinfónica Juvenil Nacional y así en bastantes lugares. Luego me metí a la Ópera de El Salvador, ahí estudié canto lírico desde el 2015 hasta el 2020. Salí del país a representar a El Salvador en el Festival de la Canción, en Punta del Este, Uruguay, donde me llevé el premio a Mejor videoclip.
¿Cómo fue tu participación con la Ópera de El Salvador?
Siempre me ha gustado la ópera, desde chiquita, desde que tengo memoria. Cuando vi que había audiciones, que las vi en el periódico, le dije a mi papa que me llevara. Hice la audición y quedé. Recibí clases de solfeo, de danza, de expresión corporal, de armonía, en fin, un montón de cosas; en fin, todo eso me preparó y me llevó a participar en bastantes obras, no solamente como conciertos liricos sino también teatro musical como «El Fantasma de la ópera», «Los miserables», «Mamma Mia», «El Mago de Oz». Ahí se me permitió ser protagonista de esos shows, que fue una gran experiencia.
En tu caso, tú llevas vida artística, familiar y tu carrera a la par, algo que es muy bonito porque es una prueba fehaciente de que las mujeres podemos con mil cosas sin problema.
De hecho, siempre es así, hago un montón de cosas a la vez y cuando hago solo una no me siento tan productiva. Llevo eventos por aquí y por allá, no solo estudio, también trabajo en otro lugar a parte del plano artístico. Entonces, es pasar de una rutina a la otra y así. Es super bonito y uno se siente productivo. Se aprenden muchas cosas.
En el rubro artístico, ¿has sufrido algún tipo de discriminación por el hecho de ser mujer?
No, realmente en el lado artístico las mujeres no tenemos tanta discriminación como en otras ramas. Por ejemplo, aparte de ser artista estudio una ingeniería. Ahí, tal vez se ve más la discriminación, porque más que todo son hombres los que están en ese tipo de carreras que son mas complejas. Entonces, cuando viene una mujer y quiere estudiar eso pues la ven a uno y piensan: “quizá no va a dar el ancho y así”, y es cuando uno tiene que probar que, sí damos el ancho; pero como te digo, es más que todo en ese ámbito. En lo artístico creo que sobresalen más las mujeres que los hombres estadísticamente, y creo que eso hace que sea un entorno inclusivo. Ahí no he recibido ningún tipo de discriminación.
En tu carrera, como tú dices, a veces a las mujeres les toca demostrar que tienen la habilidad para estar ahí; pero eso no tendría que ser así. No se tendría que estar todo el tiempo en constante demostración para encajar.
Definitivamente. No debería ser así. Y bueno, menos mal no me he visto en esa situación, no he tenido que actuar; pero pienso que tal vez en algún momento podría pasar y si pasa, que espero que no, sé que tendría que defenderme.
¿Qué podrías decir acerca de vencer el miedo a involucrarse en carreras o activades que están prejuiciadas para un género?
Bueno, pienso que el intelecto no viene dado por un género, entonces, tanto un hombre como una mujer son súper capaces de desarrollarse en el ámbito que quieran. Sea en el ámbito artístico, arquitecturas, ingenierías, incluso en el deporte. En el fútbol, por ejemplo, que a veces puede ser mal visto la participación de las mujeres. No es tan usual ver a una mujer tan dedicada al fútbol, pero es algo que se puede hacer sin problema. No hay nada que diga o que estipule que las mujeres no pueden hacerlo más que la misma sociedad. Entonces, si no hacemos caso a todos esos estereotipos y estigmas podemos realmente desempeñar un buen papel en la sociedad, sin importar si somo mujeres u hombres. Entonces, si, lo importante es hacer lo que nos gusta, no hacer caso a los estereotipos.
En esta fecha previa al 8 de marzo, ¿cómo invitas tú a las mujeres a vivir este día? Recordemos que es una lucha histórica, que más que festejar también es reflexionar un poco acerca de todo el trabajo que se ha ido haciendo para reivindicar a la mujer.
Quizá invitando a no olvidar esas luchas que han logrado más visibilidad hacia las mujeres. Han sido personas, mujeres que han marcado la historia desde diferentes ámbitos, eso no hay que olvidarlo y hay que tenerlo presente siempre. También, tratar de alguna manera de aportar nuestro granito en el trabajo hacia la reivindicación. Recordar quiénes somos, de dónde venimos y qée podemos hacer para mejorar.
Y en el caso de los hombres, ¿qué les sugieres para unirse a la lucha reivindicativa de las mujeres?
Creo que podríamos empezar por dejar de cuestionar las capacidades de las mujeres porque, incluso, hay hombres que podrían pensar que las mujeres físicamente hemos sido diseñadas para hacer ciertas cosas. Esos conceptos ya pasaron, dejemos esas cosas atrás. Tenemos mujeres que han destacado en todo tipo de ramas profesionales, hasta en fisicoculturismo. Eso sería lo primero. Segundo, que también los hombres pueden hacer cualquier actividad, no hay cosas destinadas para solo hombres o solo para las mujeres. Estoy segura que se van a dar cuenta que no era tan grave como se piensa a veces. Talvez, un hombre ha querido hacer teatro, ballet, o cualquier otra actividad, y no lo hace por el qué dirán. Entonces, deberían de cambiar esos prejuicios para comenzar a ser felices de una vez por todas.