En la víspera de una comparecencia que podría costarle su futuro político, Boris Johnson admitió el martes que condujo a error al Parlamento británico sobre las fiestas celebradas en Downing Street durante los confinamientos, pero aseguró haber actuado de buena fe.
El controvertido ex primer ministro británico se vio obligado a dimitir en julio a raíz de una serie de escándalos, entre ellos el conocido como «partygate», las múltiples fiestas celebradas en sus oficinas mientras el Reino Unido vivía bajo duras restricciones contra el covid-19.
Ahora está siendo investigado para determinar si engañó intencionalmente a los diputados cuando les dijo, en varias ocasiones desde diciembre de 2021, que se habían «respetado las normas en todo momento».
Si la investigación concluye que Johnson, de 58 años, mintió a sabiendas a la Cámara de los Comunes, podría costarle su escaño de diputado e incluso su carrera política, pese a que desde su dimisión ha dado señales de querer retomar el liderazgo conservador y el poder.
La comisión parlamentaria que indaga sobre su actuación le tomará declaración el miércoles, en una audiencia retransmitida por televisión que se espera dure varias horas y despierta enorme expectación.
Un día antes, su defensa publicó 52 páginas de «pruebas escritas», divididas en 110 puntos.
«Asumo toda la responsabilidad por todo lo que ocurrió bajo mi vigilancia», dice el exjefe de gobierno en su introducción.
«Ahora está claro que durante varios días hubo reuniones» en Downing Street, afirma, reconociendo que «nunca deberían haber tenido lugar» y pidiendo disculpas a los británicos.
En un país con más de 220,000 muertos por covid-19, segundo mayor balance de Europa solo por detrás de Rusia, la asociación de familias de las víctimas denunció el martes como «obvio» que Johnson mintió a sabiendas al Parlamento e insistió en que debería dimitir como diputado.
«Pero mucho peores son las mentiras que dijo deliberadamente a las familias en duelo, después de no proteger a nuestros seres queridos. Su afirmación de que lo hizo de ‘buena fe’ es repugnante», afirmó en un comunicado.