Por Yamil Bukele
Presidente «ad honorem» del Indes
La montañista Alfa Karina Arrué se ha convertido en un ejemplo de superación y de inspiración para muchos. Y por eso se merece no solo nuestro apoyo, sino el de todos los patrocinadores posibles.
El pasado jueves 10 de junio, volvió a nuestro país la montañista Alfa Karina Arrué luego de prácticamente 80 días fuera de El Salvador, buscando alcanzar la cima del monte Everest.
Antes de viajar, Alfa Karina nos había comentado que llevaba en mente dos metas: convertirse en la primera persona (hombre o mujer) salvadoreña en superar escalando los 8,000 metros sobre el nivel del mar y luego hacer cumbre en el techo del mundo.
Logró la primera, al llegar al campo cuatro, a 8,063 msnm. Pero se quedó a poco más de 800 metros y 10 horas de alcanzar la segunda. Las malas condiciones climáticas se lo impidieron. No fue porque ella no estuviera preparada, sino porque las tormentas y la velocidad del viento volvieron imposible terminar el ataque a la cumbre. Haberlo intentado hubiera significado, quizás, perder una mano, un dedo, un pie, la nariz, o la vida, inclusive.
La preparación para esta expedición no comenzó este año. Alfa Karina la inició en 2015, cuando yo estaba al frente del Instituto Municipal de Deportes de la Alcaldía de San Salvador (Imder) y ella me buscó para que la apoyara. En aquel momento buscaba subir al monte más alto de América, el Aconcagua. Y lo logró.
Desde ahí supe que esta mujer es de armas tomar. Por eso fue que cuando me buscó en el Indes, no dudé en apoyarla. Nos contó que ya tenía prácticamente todo armado para iniciar la expedición, pero que le hacía falta un poco más de $5,000 para completar el presupuesto. Sabíamos del sacrificio económico y financiero que había hecho para intentar cumplir su sueño y, como Instituto Nacional de los Deportes de El Salvador no podíamos quedarnos afuera de este proyecto.
Y el jueves, al volver al país, le entregamos $10,000 como reconocimiento y le hice la promesa de apoyarla ciento por ciento, si decide emprender un nuevo intento por alcanzar la cima del Everest.
Esta noticia generó escozor en más de alguno. «¿Por qué van a pagar con nuestros impuestos eso, si hay tanta gente pobre en nuestro país?», escribió una señora en Twitter, increpando una publicación del Indes. La señora en cuestión tiene un punto válido, porque hay pobreza en El Salvador. Pero este Gobierno ha dado un giro de timón y el Indes no se ha quedado atrás.
Administraciones anteriores de esta institución trataban de ahorrar el presupuesto que les asignaban para quedar bien con el gobernante en turno o con otras carteras de Estado. A mí lo que me interesa es invertir el presupuesto que nos asignan para deporte en deporte. Y mientras más disciplinas alcancemos, mejor.
Alfa Karina se ha convertido en un ejemplo de superación y de inspiración para muchos. Y por eso se merece no solo nuestro apoyo, sino el de todos los patrocinadores posibles. Se merece el respeto de toda una nación que sigue buscando nuevos referentes deportivos. Y ahí está ella, que encontró en el deporte una válvula de escape y un motivo para seguir y salir adelante.