Monte Everest, son las palabra que más masculla en su mente Alfa Karina Arrué, es un concepto que desde hace algún tiempo anida en su pensamiento y, conquistar su cima, se ha convertido en el más grande objetivo en su carrera deportiva. Ya lo intentó una vez pero no pudo ser, ahora va por su segundo intento y el conteo final arranca este miércoles.
La destacada montañista, con mochila al hombro parte de San Salvador, pasa por Miami, Estados Unidos, luego a Doha, Catar, para después partir rumbo a Katmandú, capital de Nepal, país donde se ubica el emblemático Monte Everest, el más alto del mundo (8,849 m.s.n.m.). En total será una travesía de dos meses.
«Vienen dos meses muy duros, sé que es algo muy difícil a lo que voy, pero me tranquiliza saber a lo que me voy a enfrentar. El primer intento que hice el año pasado me permitió conocer el terreno y las tantas dificultades que deben ser superadas para alcanzar su cima», valoró Alfa Karina.
Para esta montañista salvadoreña, según cuenta, conectarse años atrás con la naturaleza fue como un bálsamo, una terapia y una medicina que le sacó de una fuerte depresión que sufría en ese momento, fue en esas circunstancias que nació su pasión por el montañismo, la cual fue en aumento con el paso del tiempo.
«Fue en 2013 cuando ya había sanado como mujer y como persona que me involucré con la Federación de Montañismo y comencé a ver este deporte con otros ojos. En un plano competitivo comencé a plantearme retos, escalar montañas en el país, que por una u otra razón no se habían hecho», recordó.
Es así como comenzó a subir cadenas montañosas en el país y en Centroamérica, luego sintió que estaba lista para experimentar un cambio y decidió dar el salto a la alta montaña, que son montes y volcanes arriba de los 5,000 metros, que ya implica otro tipo de preparación, otros implementos y otra dieta.
Así, después de haber conquistado varios volcanes y montes del continente americano, entre estos el Aconcagua (el más alto de América con 6,961 m.s.n.m.) ubicado en la Provincia de Mendoza, Argentina, se dio cuenta que como país hacía falta plantearse un objetivo aún mayor, fue así que surgió el desafío del Monte Everest.
Quiere hacer historia
Si bien el llegar a la cima del Monte Everest y colocar ahí la bandera nacional nació en el interior de Alfa Karina como un objetivo personal, es consciente que hoy se ha vuelto un desafío a nivel de país, lo cual significa una presión extra que ha asimilado de buena manera.
«Nunca imaginé que volvería a tener una segunda oportunidad de escalar el monte más alto del mundo por la inversión económica que esto implica, por esa razón agradezco al Indes y a su presidente, Yamil Bukele, por apoyarme en este segundo intento. En lo personal quiero hacer historia y ser la primera mujer salvadoreña en lograrlo y la tercera a nivel de Centroamérica», afirmó Alfa Karina.
Las guatemaltecas Andrea Cardona (2001), lo logró en su tercer intento y Bárbara Padilla (2016), lo lograron en su cuarto intento, después no ha habido otra que lo haya intentado.
Previo a su viaje, Alfa Karina realizó una serie de entrenamientos para llegar en óptimas condiciones al reto que le espera en Nepal, pues ha podido fortalecer todos aquellos aspectos físicos y técnicos que le facilitarán el logro del mayor desafío de su vida.