Los yacimientos de oro y otros minerales que hay en El Salvador constituyen una fuente de ingresos económicos y de desarrollo para los territorios que han estado en la pobreza, coinciden en señalar el especialista en administración pública Nelson Flores y el sociólogo y analista político Mauricio Rodríguez.
«Las economías locales son las que primordialmente se verán beneficiadas, ya que crecerán los emprendedurismos locales en materia de logística de todo tipo, ya sea a través de alianzas o asocios públicos privados», valoró Flores en torno al desarrollo que se generaría en las zonas auríferas, y por la modalidad que decida utilizar el Gobierno Central para explotar del recurso mineral.
El presidente Nayib Bukele informó el 27 de noviembre pasado que El Salvador posee potencialmente los depósitos de oro con mayor densidad por km² en el mundo y que estudios técnicos realizados en solo el 4 % del área potencial identificaron 50 millones de onzas de oro que están valoradas en $131,565 millones.
«Esa cantidad de oro nos abre las puertas al mundo de los países desarrollados. Los argumentos de la oposición no tienen ninguna base científica actualizada, lo único que pretenden es hacer ruido, meter miedo y sacar ventaja política de eso, nada más», secundó el especialista en administración pública sobre la desconfianza de la oposición en torno al tema.
Dirigentes de los partidos FMLN y VAMOS han rechazado la idea de explotar los yacimientos de oro, porque consideran que generará impactos negativos contra el medio ambiente. Según el Ejecutivo, el potencial total de los yacimientos de oro podría superar los $3 billones, que representaría más del 8,800 % del producto interno bruto (PIB).
«Cualquier país en el mundo explota para su riqueza sus yacimientos naturales, llámese petróleo, gas, oro, piedras preciosas. Es absurdo que teniendo una riqueza en oro no se pueda aprovechar. Los globalistas se oponen porque su interés es tener a estos países empobrecidos, y para ello utilizan a las ONG de fachada», consideró Flores.
Para Rodríguez, los recursos naturales que hay en El Salvador -tanto oro como de «tierras raras» con diversos minerales- pueden servir para potenciar el desarrollo, así como han hecho países de primer mundo.
«[La explotación de oro] permitiría, en gran medida, solventar las deudas de El Salvador con las multilaterales. El Salvador podría desarrollarse económicamente, habrá mayores inversiones, contribuirá al crecimiento de la población económicamente activa y eso impactará en la dinamización de la economía», estimó el sociólogo.
A nivel social, los recursos económicos producto de la explotación aurífera permitirían la modernización y la digitalización del sistema educativo nacional y mejorar el tema de pensiones, añadió Rodríguez.
De acuerdo con el presidente Bukele, con los recursos a obtenerse puede financiarse la construcción de infraestructura a escala nacional e impulsar el desarrollo de las economías locales.
Rodríguez acotó que en la explotación minera deben de ser utilizados métodos amigables con el medio ambiente y no repetir las malas prácticas, como las que intentaron ser aprobadas en la legislatura 2006-2009.
«Siendo yo diputado recibimos la visita de representantes de una empresa transnacional a la cual en los gobiernos de ARENA se le autorizó la exploración, no la explotación. Ellos [los representantes de la empresa] eran apadrinados en ese momento por el secretario general del PDC, Rodolfo Parker», dijo Rodríguez.
Añadió que dicho funcionario «llegó a la Asamblea a hacer lobby entre los partidos políticos para que se pudiese votar -durante los gobiernos de ARENA- un decreto a favor de la explotación minera, pero no hubo respaldo porque el método que utilizaban generaba altos niveles de contaminación».
Al hacer el anuncio de los yacimientos de oro el presidente Bukele declaró que esta riqueza natural puede ser aprovechada de manera responsable para generar desarrollo económico y social sin precedentes en el país.