Desde que se concretó la independencia, el territorio salvadoreño ha sido reacomodado en su distribución geográfica, atomizándolo cada vez más por motivos políticos-electorales, hasta llegar a la actual, que comprende 14 departamentos con 84 diputados y 262 municipios con igual cantidad de alcaldes.
Tomando en cuenta la extensión del país, de 21,000 kilómetros cuadrados, ha estado en el tintero la idea de reducir esa organización.
La última propuesta en este sentido fue presentada en 2017 por el ahora vicepresidente de la república, Félix Ulloa, quien propuso a la Asamblea Legislativa que se bajara la cantidad de diputados de 84 a 50.
Además, se analizaba que la cantidad de municipios se redujera de 262 a 100. Ulloa planteaba que las diputaciones representaran cuatro grandes circunscripciones: la zona oriental tendría 10 escaños, occidente tendría 11, la paracentral contaría con cinco y la central aportaría 24 legisladores.
La iniciativa llegó al Legislativo, pero los partidos ARENA y FMLN, convertidos ahora en aliados políticos de oposición, decidieron no darle celeridad ni llevarla al análisis, bloqueando así su aprobación.
A criterio del vicepresidente Ulloa, la propuesta de redistribución territorial no se aprobó porque no era conveniente para los intereses de ambos partidos.
Durante la entrevista Pulso Ciudadano del lunes anterior, Ulloa explicó que, al reducirse las diputaciones, muchos dirigentes de ambos partidos tradicionales corrían el riesgo de ya no ser diputados.
«Tuvimos un clientelismo político, un juego electorero. Las lealtades políticas se pagaban con alcaldes; recordemos que un diputado ganaba por lo que hacía el alcalde», señaló Ulloa.
«Yo presenté en 2017 una propuesta de reducir la cantidad de diputados a 50. Esa cantidad salía con base en la población que había. Recordemos que por mandato constitucional se debe hacer un censo cada 10 años», añadió.
El vicepresidente, quien además es abogado constitucionalista, recordó que la cantidad de municipios y de diputados no está definida en la Constitución, ya que, según la Carta Magna, las diputaciones se obtienen con base en la representación proporcional, no según la demarcación distrital (departamentos).
«Mi propuesta era que se estableciera en 50 diputados y que se tuvieran cuatro grandes circunscripciones», dijo.
El tema de reordenar la cantidad de municipios y de escaños legislativos vuelve a la palestra pública, ya que el presidente de la república, Nayib Bukele, valoró recientemente que «El Salvador debería estar dividido en 50 municipios como máximo. Es absurdo que 21,000 km2 estén divididos en 262 alcaldías».
Según Ulloa, si se modifica la cantidad de municipalidades a escala nacional, también se deberá modificar la distribución de escaños legislativos.
El último «gran cambio» que la Asamblea Legislativa tuvo en su conformación ocurrió en 1991, cuando pasó de 60 diputados a 84, cifra que se mantiene en vigencia.
A criterio del vicepresidente, el reordenamiento que se podría dar tanto de diputaciones como municipalidades tendrá que aprobarse, precisamente, desde la Asamblea Legislativa.
Mencionó que no se requiere una reforma constitucional para definir la cantidad de municipios, ya que ello se encuentra consignado en el Código Municipal y, por lo tanto, si se cambia la cantidad de municipios, también se haría en lo legislativo.
De lograrse, tendría efecto a partir del 1.º de enero de 2024, ya que así lo establece el referido código, para que las instituciones públicas involucradas preparen las condiciones necesarias.
Desde el Legislativo, algunos diputados reconocen que 84 escaños son muchos y que puede ser funcional con menos.
Guillermo Gallegos, vicepresidente de la Asamblea, considera que, más allá del número de diputados, el tema de la reducción y distribución vuelve a estar en el debate y la discusión de la población.
«Más allá de que sean 50 o 60 diputados, lo importante es que ya hay un debate de que puede ser posible la reducción de diputados», indicó Gallegos, subjefe de la bancada del partido naranja.
Además, consideró la importancia de estudiar este tipo de propuestas y recordó que en el pasado la Asamblea Legislativa funcionó con 60 diputados; sin embargo, fueron anexadas 24 curules al crearse la Plancha Nacional.
Un fallo de la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) declaró inconstitucional la creación de esta, pero una maniobra del parlamento distribuyó esos 24 escaños en las circunscripciones departamentales.
El diputado naranja Romeo Auerbach ha señalado que, a diferencia de las legislaturas anteriores, actualmente existe toda la correlación necesaria para avalar las reducciones en la cantidad de diputados y alcaldías.
Además, comparte la idea del legislador Gallegos en el sentido de que la Asamblea sí es funcional con una menor cantidad de legisladores.
El Salvador elegirá en 2024 al presidente de la república, a los diputados de la Asamblea Legislativa y a los alcaldes y sus concejos municipales plurales; por lo tanto, deberá estar definida la nueva organización territorial antes de los dos eventos electorales de febrero y marzo de ese año.