Seguramente has escuchado la palabra osteoartritis o artrosis. Un padecimiento que, de acuerdo con la fisioterapeuta Gabriela Hernández es «una enfermedad degenerativa articular más frecuente, caracterizada por la destrucción del cartílago hialino que recubre las superficies óseas».
Según ella, el lugar más común de sufrirlo es en la rodilla y se presenta con mayor frecuencia en personas de edad avanzada, pero también puede presentarse en personas jóvenes debido a lesiones previas en la rodilla.
«Otras de las zonas donde se puede presentar son el hombro, cadera, cervicales y área lumbar; pero en mayor frecuencia se percibe en la rodilla. En comparación con otras articulaciones del cuerpo se debe a que la rodilla es una articulación de carga, es decir, tiene que soportar el peso del cuerpo y de los objetos que cargamos, cuando permanecemos de pie, caminamos, corremos u otros movimientos», dijo.
¿Cuáles son los síntomas? o ¿cómo identifico que tengo artrosis en la rodilla? El síntoma principal que se padece es el dolor. Al principio es leve y aparece cuando se ha realizado una actividad física, pero se siente con mayor intensidad al entrar en reposo.
«Otro de los síntomas que notorios cuando ya se padece de esta enfermedad es que se sienten molestias al empezar caminar, pero a medida la rodilla va entrando en calor los síntomas disminuyen», señaló Hernández.
Agregó que junto al dolor se puede sentir una sensación de rigidez o dificultad para flexionar y extender la pierna, que es también más intenso después de haber permanecido mucho tiempo en reposo. En ocasiones se escuchan un chasquido cuando se flexiona la rodilla.
Cuando hay fases más avanzadas de la enfermedad, el dolor se vuelve continuo e intenso hasta el punto que la persona disminuye movimientos como flexionar o extender completamente la pierna.
«También pueden aparecer ciertas deformidades de la articulación y alteraciones en la alineación de los huesos, con arqueamiento de la extremidad inferior. Es habitual que el paciente cojee al caminar y que la rodilla se debilite», manifestó la fisioterapeuta.
Al presentar cualquiera de los síntomas leves, lo mejor es acudir a un especialista para que diagnóstico con los síntomas que has presentado y, a la vez, que practique una exploración física de la articulación.
Para el diagnóstico se puede incluir radiografía y resonancia magnética que van a mostrar ciertas características como el estrechamiento del espacio articular, cambios en el hueso y la formación de espolones óseos.
«La resonancia magnética puede determinar el estado del hueso y los tejidos blandos o cuando se sospeche alguna complicación en la rodilla. Con la exploración física se pueden observar deformidades articulares, por el aumento del componente óseo y capsular o la limitación de la movilidad con dolor a la presión, chasquidos y crepitación de la articulación», dijo.
De acuerdo con la fisioterapeuta, la edad en la que suele desarrollarse la artrosis es entre los 40 y 50 años siendo de progresión lenta.
«Afecta, en algún grado, a casi todas las personas a partir de los 80 años. Antes de los 40 los varones presentan artrosis con más frecuencia que las mujeres, a menudo a consecuencia de traumatismos o deformidades», alertó.
Dijo que lo mejor es realizarse radiografías porque solo la mitad de los pacientes tienen síntomas.
«Entre los 40 y los 70 años las mujeres presentan este trastorno con una frecuencia superior a la de los varones. Después de los 70 años el trastorno se desarrolla en ambos sexos por igual», aseguró.
El tratamiento de la artrosis depende del grado de evolución. El primero es el no quirúrgico donde se trata con medicamentos que son analgésicos y antinflamatorios, corticoesteroides, infiltraciones o inyecciones intraarticulares con visco suplementación y fisioterapia.
Cuando la enfermedad tiene un nivel avanzado se podría requerir de una intervención quirúrgica que consiste en colocar una prótesis de rodilla.
«La artrosis de rodilla es una enfermedad crónica que se desarrolla a lo largo de muchos años. No siempre es progresiva. Por lo general, la mayoría de los pacientes puede llevar una vida normal. En sí, no existe un tratamiento curativo, pero con los tratamientos se controlan los síntomas», expresó Hernández.
Los síntomas más habituales son:
- Dolor en la rodilla
- Fallo de la pierna al cargar sobre ella
- Inflamación de la articulación
- Rigidez de la articulación
Medidas preventivas:
Algunas recomendaciones para evitar la artrosis en las rodillas son:
- Moverse con frecuencia, alternando con períodos de reposo
- Cambios frecuentes de posición de las rodillas, realizando ejercicios suaves, constantes, lentos de movilidad de estas, insistiendo en la extensión completa
- En viajes largos es recomendable mover las piernas y estirarlas bien cada dos horas
- Utilizar calzado de tacón bajo y firme
- Practicar natación o bicicleta sin resistencia
- Dormir en un colchón firme
- Mantener el peso adecuado a la edad y constitución
Lo que se debe evitar cuando ya hay padecimiento de artrosis
- Subir y bajar escaleras cuando no sea necesario
- Evitar calles con mucha pendiente
- Mantener por tiempo prolongado las rodillas flexionadas
- Caminar en exceso, especialmente por terreno irregular
- Arrodillarse o ponerse en cuclillas
- Cargar grandes cantidades de peso
- Giros y torsiones con el pie fijo