En un hecho histórico para la humanidad, el astronauta de la NASA Frank Rubio, de sangre salvadoreña, marcó uno de los momentos más emblemáticos al convertirse en el primer hispano del programa Artemisa en llegar con éxito al espacio, una misión encaminada a llevar a la primera mujer y al siguiente hombre a la Luna. El salvadoreño permanecerá en la Estación Espacial Internacional por seis meses.
Rubio saborea desde el espacio el éxito y todavía más cuando representa a El Salvador en la historia del universo. Aunque ya tenía una remarcable carrera militar y un doctorado en Medicina, un nuevo impulso lo llevó a pertenecer a la NASA. En agosto de 2017 que fue seleccionado por su talento entre un total de 18,000 aspirantes a astronautas. Su perfil sobresalió junto con un exclusivo grupo de 12 colegas más.
Cinco años después, todo su entrenamiento lo está poniendo hoy en práctica en el espacio a través del programa Artemisa, el cual pretende que la raza humana explore y estudie desde la Estación Espacial la Luna, con el propósito de emprender un nuevo viaje a ese satélite en 2024 y, posteriormente, trazar misiones hacia Marte.
Rubio nació en Los Ángeles, California, pero vivió durante seis años en El Salvador en su niñez. Es hijo de la salvadoreña Myrna Argueta, quien actualmente vive en Intipucá, La Unión.
LA LUNA, EL PRELUDIO A MARTE
«Vamos a la Luna para prepararnos para Marte» es el lema de la misión más ambiciosa de la NASA y de la que Rubio es pionero.
Rubio se despidió ayer de su esposa, Deborah Rubio, y de tres de sus hijos; se sometió a las últimas pruebas médicas y se lanzó junto con los cosmonautas rusos Sergey Prokopyev y Dmitri Petelin a su aventura en la nave Soyuz MS-22 desde el cosmódromo de Baikonur, en Kazajistán.
Tras comprobar el buen funcionamiento del cohete y de que el director de lanzamiento de Artemisa, Charlie Blackwell-Thompson, dio el visto bueno, los tripulantes dijeron adiós a la Tierra a las 8 de la mañana.
Aproximadamente tres horas después de haberse despedido y luego de atravesar un viaje de dos órbitas, los astronautas de la expedición 68 finalmente llegaron a la Estación Espacial Internacional, donde permanecerán seis meses para la misión. Regresarán a la Tierra en marzo de 2023, según la NASA.
Para Rubio y Petelin este es el primer vuelo al espacio, pero para Prokopyev es el segundo.
El vuelo no presentó ningún inconveniente y se realizó a la perfección, indicó la NASA. El Soyuz MS-22 se acopló al módulo Rassvet de la Estación Espacial, pero no fue hasta dos horas después que abrieron la escotilla entre la nave y la estación para que los tres nuevos miembros de la tripulación pudieran saludar a los siete astronautas que ya se encontraban en órbita.
Una vez a bordo Rubio, Prokopyev y Petelin se unieron al comandante de la expedición 67, Oleg Artemyev, a los cosmonautas Denis Matveev y Sergey Korsakov, así como a los astronautas de la NASA Bob Hines, Kjell Lindgren y Jessica Watkins, además de Samantha Cristoforetti, de la Agencia Espacial Europea.
Con esta primera misión de exploración, la NASA lidera los siguientes pasos de la raza humana en el espacio, donde los astronautas construirán y comenzarán a probar sistemas «necesarios para las misiones en la superficie lunar y la investigación para otros destinos más alejados de la Tierra, incluido Marte», detalla la institución en su sitio web.