Según el registro del Hospital Nacional de San Francisco Gotera, en Morazán, en 2020 solo se atendieron 601 pacientes en consultas psicológicas. De ellos, 148 acudieron al centro asistencial de salud por primera vez, mientras que 453 eran pacientes consecuentes.
Debido a la emergencia por la COVID-19, el Ministerio de Salud (Minsal) implementó diferentes formas para dares seguimiento a estos pacientes, entre estas, la teleconsulta psicológica. Durante la emergencia, los pacientes fueron llamados con cierta frecuencia para continuar su proceso.
Las consultas telefónicas duraban una hora y comenzaron a implementarse en marzo de 2020.
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A partir de septiembre, se programaron citas presenciales, pero la mayoría decidió no acudir o suspender el tratamiento.
Según Blanca Rosa González, psicóloga del hospital, una de las razones de la disminución de las consultas fue la emergencia por la pandemia, ya que muchas áreas de atención en el hospital fueron restringidas.
«Muchos de los pacientes que atendemos son interconsulta, que son aquellos que vienen al hospital por diferentes problemas de salud. Son referidos a la clínica psicológica del hospital y, al suspenderse esta área, nuestros pacientes referidos también disminuyeron», dijo González.