La tensión diplomática entre México y Ecuador aumentó este viernes en medio de la expulsión de la embajadora mexicana en Quito, Raquel Serur, declarada persona non grata, tras los comentarios del presidente Andrés Manuel López Obrador sobre el repunte de votos por el que obtuvo la victoria presidencial Daniel Noboa, en 2023.
México también concedió el asilo político al exvicepresidente ecuatoriano, Jorge Glas, quien tiene orden de captura por presunta corrupción.
Aunque Obrador aseguró que no anulará relaciones diplomáticas con Ecuador, llamó a respetar la «soberanía» de México ante el aumento de la presencia policial y militar en los alrededores de la embajada de su país en Quito, donde permanece refugiado el Glas.
«Nosotros no vamos a romper relaciones ni vamos a hacer lo mismo con el embajador de Ecuador», dijo el mandatario izquierdista en su conferencia de prensa diaria. Además, ordenó que un avión militar recogiera en Ecuador a la embajadora Serur.
El miércoles, el presidente mexicano planteó un paralelismo entre la violencia que marcó la campaña presidencial ecuatoriana de 2023 y recordó el asesinado del candidato Fernando Villavicencio, y la criminalidad que se registra en México de cara a las elecciones generales del 2 de junio.
A juicio del mandatario mexicano, el crimen de Villavicencio creó un «ambiente enrarecido de violencia» que provocó la caída en las encuestas de la candidata izquierdista Luisa González y el repunte de Noboa, quien resultó ganador.
Obrador alertó que en México se puede vivir una situación similar previo a los comicios, para los que la aspirante oficialista, Claudia Sheinbaum, lidera las encuestas por encima de los candidatos de centroderecha, Xóchitl Gálvez, y de centro, Jorge Álvarez Máynez.