En 2019, el índice de precios al consumidor (IPC) se mantuvo constante, debido a que el fuerte aumento de los precios de las bebidas alcohólicas y el tabaco, y en menor medida de los alimentos y las bebidas no alcohólicas y de las medicinas, fue compensado por la disminución del precio de la vivienda y otros rubros.
En 2020, el IPC disminuyó en 0.1 %, que se explica por la caída de los precios de transporte y de vivienda, compensado parcialmente por el incremento de las bebidas alcohólicas y el tabaco, así como de la vivienda, otros bienes y servicios, menaje, vestuario y calzado, así como hoteles, cafés y restaurantes. En los primeros seis meses de 2021, los precios se han elevado en un 3.0 %, debido principalmente al crecimiento de los precios de transporte, 9 %; vivienda, 3.8 %; menaje, 3.4 %; hoteles, cafés y restaurantes, 2.5 %; medicinas, 2.2 %, y alimentos y bebidas, 2.1 %.
El precio del transporte creció principalmente por el aumento de los derivados del petróleo a escala internacional. El alquiler de la vivienda había disminuido en 2020, en los momentos más difíciles de la pandemia, porque los estudiantes y algunos trabajadores regresaron a casa de sus padres en el interior del país; pero, luego, en la medida que el empleo se ha venido recuperando, los trabajadores regresan a alquilar viviendas cerca de donde está la fuente de trabajo. Esto también explica en parte el aumento de precios de los utensilios de cocina y de servicio de mesa, aunque también muchos de estos bienes son importados y la pandemia ha hecho que aumenten los costos de producción y el transporte a escala internacional.
En el caso de los hoteles, cafés y restaurantes, su reapertura ha sido con un limitado número de usuarios y el cumplimiento de medidas sanitarias, lo que aumentó el costo de producción del servicio al usuario. Las medicinas se producen con componentes químicos importados que en esta etapa de la pandemia han aumentado de precio.
Los alimentos y bebidas que han tenido un aumento de precio significativo son los siguientes: aceite comestible, desechables para empacar alimentos, hortalizas, frutas, pollos y quesos. En el caso del maíz y el frijol, la variación de los precios ha seguido el patrón estacional observado históricamente. El precio de las tortillas no ha tenido un cambio en los últimos tres años.
El aumento de precios en El Salvador en relación con los otros países centroamericanos ha sido el siguiente: en 2019 y 2020, fue el menor de Centroamérica; en los primeros meses de 2021, el incremento ha sido el mayor de Centroamérica.
La inflación de precios en El Salvador en 2020 fue prácticamente el promedio de la que afectó a Latinoamérica. En el país, el costo mensual por familia de la canasta básica en mayo de cada año ha sido el siguiente: $199.80 en 2019, aumentó a $209.80 en 2020 y disminuyó a $201.80 en 2021.