Uno de los mayores prejuicios que hay contra la psicología es la creencia de que al psicólogo acuden los que están locos, y bajo la premisa de que «yo no estoy loco», muchas personas se privan del beneficio que les puede proporcionar consultar con un profesional de la salud mental.
Se ha demostrado hasta el cansancio que las personas que buscan ayuda profesional con un psicólogo para resolver sus problemas emocionales o conductuales gozan de una mejor salud mental que aquellas que se resisten a buscar esa ayuda. En otras palabras, aceptar que se necesita la ayuda de un experto en salud mental, de un psicólogo, para encarar adecuadamente una crisis o resolver de la mejor manera un conflicto o un problema, refleja una mejor salud mental que aquellos que consideran que esa ayuda es innecesaria o inútil.
Si bien es cierto que se ha avanzado en los últimos 20 o 30 años en cuanto a la aceptación de la ayuda psicológica para mejorar la calidad de vida, aún falta mucho por hacer. Los medios de comunicación han contribuido de manera excepcional para avanzar en ese camino, pero tristemente los prejuicios hacia la psicología persisten.
La psicología es una herramienta académico-científica tan importante que permea muchos de los aspectos de la vida humana. Está presente en los lugares de trabajo para la selección de personal y para cuidar el clima organizacional. También en los centros de estudio para enriquecer y fortalecer los procesos de enseñanza y aprendizaje. La psicología –y los psicólogos– está presente en las investigaciones sociales para sondear actitudes, gustos y preferencias; está presente en el mercadeo para la correcta elaboración de campañas publicitarias.
Nadie debería iniciar los estudios universitarios sin haber tenido un proceso de orientación profesional (OP) con un psicólogo experto en evaluaciones psicológicas. La OP contribuye a disminuir de manera significativa el fracaso universitario. Nadie debería contraer nupcias sin haber tenido la adecuada orientación psicológica prematrimonial, de esta manera disminuirían separaciones y divorcios dolorosos. Todo el que va a ser padre o madre de familia debería recibir orientación psicológica en la forma más adecuada para criar a los hijos, de esa manera la complicada labor de ser papá o mamá no sería tan frustrante como es para muchos.
En suma, buscar la ayuda psicológica debe ser tan importante como buscar la ayuda del dentista para evitar que la caries destruya la dentadura, además de evitar otras afecciones bucales. Por eso se recomienda la visita periódica al dentista. El mismo principio gira alrededor de la psicología: la visita periódica al psicólogo ayudará a evitar un sinnúmero de problemas y conflictos que pueden afectar de manera negativa la vida de las personas.
Como puede verse, la principal labor de la psicología es la prevención. Es una ciencia preventiva. Solo una pequeña parte de la psicología está dirigida a la recuperación, y esa es la psicología clínica.
Cuando hay comportamientos inadecuados, experiencias traumáticas, pérdidas dolorosas, decisiones incorrectas que han generado consecuencias desastrosas, o se requiere de una reorientación en la vida para alejar el dolor y el sufrimiento, entonces la psicología también da su gran aporte.
No, no es cierto que los locos van el psicólogo, más bien es una verdadera locura no beneficiarse de la psicología.