El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, dijo durante una entrevista este viernes que estaba dispuesto a debatir públicamente con su predecesor y oponente republicano Donald Trump, a quien se enfrentará en las elecciones de noviembre.
Cuando el presentador Howard Stern le preguntó si participaría en un debate público con Trump, el demócrata de 81 años y aspirante a un segundo mandato contestó: «Lo haré, en algún lugar. No sé cuándo. Estaría feliz de poder hacerlo».
El equipo de Biden lleva meses sin pronunciarse sobre su disposición a seguir la tradición de un debate televisado entre candidatos, normalmente moderado por un periodista conocido.
«Está bien, ¡organicémoslo!», reaccionó el asesor de campaña de Trump, Chis LaCivita, en X.
Durante los últimos meses Trump no quiso participar en los debates de las primarias republicanas; luego sus rivales se fueron retirando de la contienda al ver que el magnate arrasaba votación tras votación.
Pero Trump parece entusiasmado con la idea de debatir con el hombre que lo derrotó en las elecciones de 2020.
A principios de este año afirmó en las redes sociales que está preparado para un debate presidencial con Biden «¡En cualquier momento, donde sea, en cualquier lugar!».
Biden, quien ha calificado a Trump de amenaza para la democracia, declaró a los periodistas el mes pasado que un posible debate con el magnate inmobiliario «depende de su comportamiento».
La Comisión no partidista de Debates Presidenciales (CPD) ya ha fijado tres fechas y lugares para que Trump y Biden se enfrenten cara a cara para los comicios de 2024, en universidades estadounidenses en septiembre y octubre.
Pero Trump criticó a la CPD por considerarla sesgada a favor del demócrata por haber previsto trasladar en 2020 un tercer y último debate a un formato por videoconferencia debido a la pandemia de covid 19.
El entonces presidente Trump acudió al segundo debate de 2020 contra Biden solo tres días antes de dar positivo por covid.
Biden dijo entonces que no participaría en otro debate en persona con él mientras el republicano todavía estuviera enfermo.