El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, reconoció que requieren de una reforma policial lo antes posible, al destacar el caso del afroamericano Tyre Nichols, quien falleció en manos de agentes. Además, llamó a prohibir los rifles de asalto durante el discurso del estado de la Unión esta noche frente al Congreso, mientras el país registra ya 60 tiroteos masivos en lo que va del año, según la organización The Gun Violence Archive.
«Lo que le pasó a Tyre (Nichols) fue demasiado; debemos exigir estándares, especialistas… para la prevenir la violencia y promover programas de intervención», destacó el demócrata al aceptar la brutalidad policial contra la población.
Nichols, de 29 años, fue detenido por la policía en un control de tráfico el 7 de enero; sin embargo, los videos difundidos en la investigación muestran que los cinco agentes propinaron golpes a la víctima y tres días después falleció tras ser hospitalizado.Memphis ahora investiga la muerte de Nichols y suspendió a los ahora exagentes.
«Debemos mejorar y dar la mejor capacitación a policías. Dar más recursos y apoyos para crisis de salud mental, abuso de sustancias, para evitar violencia… Cuando la policía viola la confianza pública, deben rendir cuentas», aseveró el presidente.
Otro punto en debate es el uso de las armas de fuego en Estados Unidos, al que el presidente insistió en prohibir. «Hagan algo, esa fue la misma súplica de los padres que perdieron a sus hijos en Uvalde. Hagan algo contra la violencia armada. ¡Prohibamos las armas de asalto de una vez por todas!», exhortó.
De acuerdo con la organización The Gun Violence Archive, en los primeros seis días de febrero han ocurrido ocho tiroteos masivos a escala nacional, tomando en cuenta que se denomina así cuando se registran cuatro muertes o heridos.
En lo que va del año, se reportan 60 incidentes, un aumento de 21 ataques respecto al mismo período del año pasado, cuando la cifra ascendió a 39. Enero cerró con 52 tiroteos masivos, un récord desde 2014 cuando la organización empezó a registrar estos hechos.
La cifra de violencia armada en Estados Unidos hasta el 6 de febrero cobró la vida de 1,820 personas y lesionó a 3,189. Además, hubo 72 niños – de 0 a 11 años – baleados, al igual que 494 adolescentes.
Al menos 142 tiroteos fueron no intencionales y 2,442 fueron suicidios.