El analista político y escritor Geovani Galeas aseguró que el bipartidismo de los gobiernos de ARENA y FMLN no hizo nada por reducir la tasa de homicidios en el país, sino que permitió que la violencia segara la vida de personas inocentes diariamente.
«Durante 30 años de bipartidismo [20 años de ARENA en el gobierno y 10 años del FMLN] hubo solo un día reportado con cero homicidios en el país», recordó Galeas ayer, durante la entrevista A:M., transmitida en Canal 10.
«Nos habíamos acostumbrado a vivir con el miedo de no saber si regresaríamos a nuestras casas», dijo Galeas al rememorar cómo los niveles de violencia homicida llegaron a reportar hasta 18 asesinatos al día.
Asimismo, ponderó que los planes de seguridad impulsados por el Gobierno del presidente de la república, Nayib Bukele, han reducido al 7.6 la tasa de homicidios por cada 100,000 habitantes.
El Ejecutivo desarrolla desde junio de 2019 el Plan Control Territorial (PCT) y mantiene vigente, desde el 27 de marzo de 2022, con el respaldo de la Asamblea Legislativa, el régimen de excepción, que ha permitido la captura de más de 61,000 pandilleros.
El PCT y el régimen de excepción —ambos con un abrumador respaldo ciudadano, según las encuestas nacionales e internacionales— han permitido recuperar zonas que los gobiernos pasados permitieron que estuvieran asediadas y controladas por las pandillas, lo que llevaba zozobra a sus habitantes.
Galeas aseguró que, con estas medidas, el presidente Bukele ha frenado el índice de violencia en el país.
«Ahora los pandilleros buscan salir del país. Tienen miedo de ser capturados y pagar por sus delitos», dijo el analista y escritor.
Las autoridades de seguridad pública informan periódicamente de las capturas de integrantes de pandillas en los precisos momentos que buscan salir del territorio nacional.
Otros han sido detenidos en territorio hondureño o guatemalteco hacia donde habían huido para evitar ser capturados y procesados por los crímenes que han cometido en El Salvador.
El partido ARENA no solo vio nacer a las pandillas en la administración de Alfredo Cristiani, sino cómo se fortalecieron en el gobierno de Armando Calderón Sol, queriendo más tarde detener sus acciones con los fracasados planes Mano Dura y Super Mano Dura en las gestiones de Francisco Flores y Antonio Saca, respectivamente.
Los gobiernos del FMLN, con Mauricio Funes y Salvador Sánchez Cerén, pactaron treguas con las pandillas y dieron beneficios a los integrantes de estas estructuras recluidos en los diferentes centros penitenciarios.
Las estadísticas policiales revelan que desde la administración de Flores hasta la de Sánchez Cerén fueron asesinados 72,814 salvadoreños a escala nacional, como consecuencia de los fracasados planes de seguridad que se impulsaron en esas seis administraciones presidenciales del bipartidismo.