Algunos expertos hablan de la llegada de una tercera ola este mes de junio más letal que las dos primeras, puesto que se parte de una meseta mucho más alta, con una media móvil de cerca de 2,000 muertos diarios.
Otros aseveran que en Brasil no se puede hablar de olas, porque jamás en los 16 meses de pandemia se sofocó la circulación del virus hasta rebajar al mínimo los muertos y los casos, como ocurrió por ejemplo en países europeos, algo que le atribuyen al presidente Jair Bolsonaro y su campaña contra las cuarentenas por su daño económico.
En los dramáticos meses de marzo y abril, cuando se llegó a un pico de más de 4,000 muertos en un solo día, casi todos los gobernadores reimpusieron el cierre de servicios no esenciales y toques de queda nocturnos.
Pero ni bien empezaron a caer los números, las medidas se relajaron, según los expertos, de manera prematura, mientras el país de 212 millones habitantes se acerca al medio millón de muertos y presenta una de las mayores tasas de mortalidad por cada 100.000 habitantes del mundo (más de 220).
«Intensificación»
En su último boletín extraordinario, el instituto de investigación Fiocruz advirtió que la «flexibilización» de las medidas conllevará «una intensificación de la pandemia» en las próximas semanas.
Aunque la media de muertos permanece estable, el número de casos tiende a subir en casi todo el país en las últimas semanas.
«Este proceso de mantenimiento de tasas elevadas de mortalidad, junto con el aumento de las tasas de incidencia, puede tener como consecuencia un agravamiento de la crisis sanitaria», advierte Fiocruz.
La institución también advirtió el viernes que 12 de los 26 estados y el Distrito Federal presentan un aumento de casos de Síndrome Respiratorio Agudo Grave (SRAG), que en su gran mayoría son producto del coronavirus.
«En Brasil, se consiguió normalizar una hecatombe sanitaria sin precedentes, y las personas viven en la mayoría de los casos como si no hubiera una pandemia», explicó a la AFP José David Urbáez, miembro de la Sociedad Brasileña de Infectología.
«Por eso se prevé que esa tercera recrudescencia sea muy intensa, porque sales de un escalón muy alto y de una circulación viral muy intensa que se va a hacer más intensa todavía».
Variante incierta
Bolsonaro, que en otra polémica decidió acoger en Brasil la Copa América 2021, es objeto desde hace semanas de una investigación en el Senado por su caótica gestión de la pandemia, en parte por el arranque tardío y el lento avance de la vacunación.
Por ahora, menos de un 11% de los 212 millones de brasileños han recibido las dos dosis.
Pero la semana pasada, en un discurso a la nación, Bolsonaro volvió a prometer que «todos los brasileños» serán vacunados en 2021, un objetivo cuestionado por expertos.
Y volvió a jactarse de que, gracias a que «no obligó a nadie a quedarse en casa», Brasil fue uno de los países del mundo que «más crecieron» en el primer trimestre (+1,2%).
Para Mauro Sánchez, epidemiólogo de la Universidad de Brasilia (UnB), la intensidad del tercer embate de la pandemia dependerá en parte del ritmo de vacunación.
«Si la velocidad de inmunización es inferior al peso negativo de la relajación de medidas de aislamiento social, la tercera ola puede ser fuerte», explicó a la AFP.
A eso hay que sumarle la incertidumbre de la variante Delta, cuyos primeros casos aparecieron ya en Brasil y su propagación puede ser favorecida por la reapertura económica. «Si se muestra bien adaptada como en la India, con una alta transmisibilidad y por lo menos una virulencia igual que las cepas actualmente en circulación, puede causar un número muy grande de casos», advierte Sánchez.
Éxito en Serrana
Los potenciales efectos beneficiosos de la vacunación en masa quedaron confirmados con un inédito experimento hecho por el Instituto Butantan en Serrana, una ciudad de 45.000 habitantes en el interior de Sao Paulo.
Tras vacunar con las dos dosis a un 95% de la población adulta, las muertes por coronavirus cayeron un 95%, las internaciones un 86% y los casos sintomáticos un 80%.
«Con el 75% de la población-blanco inmunizada con las dos dosis de Coronavac, la pandemia fue controlada en Serrana y eso se puede reproducir en todo Brasil», celebró el lunes el gobernador Joao Doria, rival de Bolsonaro.