(Parte 1)
No fue poco el revuelo nacional e internacional causado por el presidente Nayib Bukele cuando el 8 de junio de 2021 anunció que había enviado el proyecto de ley bitcóin a la Asamblea Legislativa y, aun más, cuando un día después fue aprobada por 62 de los 84 parlamentarios. El Salvador sonaba de nuevo para bien, no solo por la excelente gestión de la COVID-19 y el Surf City, sino por ser el primer país del mundo donde el bitcóin (BTC) iniciaría como moneda de curso legal.
Pero ¿cómo y cuándo nació el BTC? Corría la crisis económica de 2008 y un japonés de alias Satoshi Nakamoto informaba que había estado trabajando en un nuevo sistema de dinero electrónico sin un banco intermediario. Nacía la 1.ª criptomoneda: el bitcóin. Estos sistemas de intercambio funcionan directamente entre computadoras —similar al famoso y antiguo Napster— sin una empresa de por medio.
Veamos algunos datos útiles. Un bit es una unidad mínima de información que tiene valor de cero o de uno (0101), es como apretar una tecla en la laptop y coin —moneda—, forman el bitcóin. Se utiliza la técnica de la criptografía —similar a su contraseña de correo electrónico— para escribir claves secretas que protegen documentos y datos confidenciales, que solo pueden ser leídos por quien sepa descifrarlos. Es una criptomoneda porque utiliza un algoritmo criptográfico único para la emisión de cada bitcóin que le otorga seguridad, siendo matemáticamente imposible romperla. Hay algoritmos para cada moneda virtual, ya que existen otras. Así como ahora usamos el correo sin temor, será con las criptomonedas.
El primer BTC se emitió en enero de 2009 y fue hasta 2013-2014, que aumentó en gran medida su valor. El 28 de septiembre de 2010, el BTC valía $0.06 centavos c/u. Para el 20 de noviembre de 2013 llegaba a $597.98. Hoy en día 1 BTC vale más de $34,000. A julio de 2021 se han producido un poco más de 19 millones de BTC. Hay 900 nuevos BTC por día y la cantidad máxima y total de bitcoines que pueden existir es de 21 millones de acuerdo con el algoritmo; luego, siempre estará habilitado para transferencia, compra y venta, ya sea en forma de fracción o completo.
¿Pero qué hace seguro al BTC? Es el «blockchain» (BCH) la tecnología que lo soporta. Si usamos Twitter o WhatsApp, que son empresas con servicio centralizado, tienen una oficina que presta el servicio y nos permite enviar y recibir información. Si esta falla, falla todo.
En cambio, el BCH utiliza una red de computadoras ubicadas en diferentes partes del mundo, y a cada una se les llama nodos; no hay una oficina central, nadie es dueño, sino que de forma colectiva se coopera con muchos nodos. Cada nodo opera y colabora de igual a igual, «peer to peer» (P2P), lo que tiene uno debe tener el otro, debe de ser igual, eso lo hace seguro. Entre los nodos se distribuye la información de intercambio de dinero que se está produciendo entre usuarios, utilizando la moneda electrónica del bitcóin. Contiene todo el registro de transacciones dentro de una contabilidad general electrónica. Esta es la seguridad sobre la cual descansa el uso de la Ley Bitcóin en El Salvador.