El primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, afirmó hoy que el estado de emergencia en el país «no ha terminado», tras un fin de semana de mucha tensión durante el que la policía recuperó el control de la capital, Ottawa.
Trudeau defendió ante los parlamentarios que discuten hoy el acta que esta es necesaria también luego de haber encontrado «evidencia de actividad ideológica extremista y luego de una avalancha de desinformación, incluyendo desde fuentes extranjeras. Después de que estos bloqueos recibieran un perturbador monto de financiamiento extranjero para desestabilizar la democracia de Canadá».
Esto, dijo el primer ministro, «hizo claro que las autoridades locales necesitaban más herramientas para restaurar el orden y mantener a todos a salvo».
Trudeau invocó la Ley el pasado 14 de febrero. Chrystia Freeland, ministra de finanzas, dijo que se daba potestad a los bancos para «dejar temporalmente de brindar servicios financieros cuando la institución sospeche que una cuenta se está utilizando para promover bloqueos y ocupaciones ilegales».
Los parlamentarios canadienses deben pronunciarse este lunes por la noche sobre la ley.
«Era necesario invocar la Ley de Medidas de emergencia», dijo Trudeau para luego agregar que tenía «preocupaciones reales para los días venideros».
Previamente aplicada solamente una vez en tiempos de paz en Canadá, esta disposición permite al gobierno federal recurrir a «medidas extraordinarias» en tiempos de «crisis nacional».