Cuando mencionan la palabra caracol, muchos piensan en un caparazón espiral, pero esta no es la única parte interesante que tiene este animal. Caracol es el nombre común con el cual se conoce a los moluscos gasterópodos. Dentro del reino animal, comparado con el grupo de insectos, el grupo de los moluscos se lleva el segundo lugar en abundancia de especies, y dentro de esta especie los caracoles es la comunidad más extensa.
«Los caracoles son organismos con un cuerpo blando que están protegido con una coraza de carbonato de calcio que se le llama concha. Las diferentes especies que existen, en su gran mayoría se pueden identificar a través de las diferencias de esta concha. Es un grupo muy exitoso, porque no solo son marinos, también tenemos de agua dulce y tenemos terrestres. Son antiquísimos, son más viejitos que los dinosaurios, existen, aproximadamente, desde inicios del periodo Cámbrico», explica Ana María Rivera, bióloga del Museo de Historia Natural de El Salvador, MUHNES, y especialista en el área de malacología.
Dentro de los moluscos, los organismos considerados más evolucionados son las famosas babosas terrestres y marinas. «Se les considera más evolucionados porque perdieron esa caparazón y han podido sobrevivir y adaptarse al mundo sin ella», indica la experta.
Para entender la anatomía externa de esta especie, se puede dividir en dos partes, su concha o caparazón y el cuerpo blando que la sostiene. La primera es una pieza dura con forma de espiral, «cada espiral es otorgada por el carbonato de calcio que segrega, a medida que van creciendo aumenta la cantidad de capas en su caparazón. Cada año una especie puede llegar a tener de 8 a 10 vueltas y es un carácter taxonómico qué sirve para identificar a las especie», indica la bióloga.
Esta concha puede ser de diversos colores con diseños de franjas, pero por lo general son tonos marrones o amarillos y le sirve para proteger el cuerpo y los órganos internos del animal. El resto del cuerpo es blando, de textura suave y viscosa. No posee patas propiamente, pero se mueve gracias a un pie ventral muscular.
En la cabeza posee de uno a dos pares de tentáculos (retráctiles), donde alberga los ojos en las puntas. Los tentáculos inferiores funcionan como órganos olfativos, es decir, para oler.
Internamente no posee articulaciones, tampoco poseen cerebro, en su lugar, las células nerviosas están concentradas en un conjunto de ganglios y segregan neuro secreciones que desencadenan acciones vitales como la liberación de hormonas.
En el mundo animal existen caracoles marinos, de agua dulce y de tierra, estos últimos, en su mayoría, son hermafroditas, es decir, tiene órganos reproductores masculinos y femeninos, y aunque pueden auto fecundarse, por lo regular copulan entre sí.
En El Salvador no hay un dato aproximado de cuantos tipos de especie se encuentran, pero dentro de la colección que posee el MUHNES se encuentran registradas más de 500 especies diferentes. De igual manera, hay un sinfín de especies por descubrir.
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