Al no denunciar las agresiones físicas o verbales contra la mujer se propicia el círculo de la violencia; tras esto se puede terminar en un feminicidio, concluyeron expertas en el tema al consultarlas sobre un caso de agresión en el que la víctima decidió defender a su pareja, a pesar de que fue detenido por intentar acuchillarla en Santa Tecla.
Hace unos días, la Policía Nacional Civil informó que Álvaro Aníbal Patricks Ramos fue recapturado por intento de homicidio. «En vista de que un juez ordenó su liberación tras cambiar el delito a lesiones, luego de que su compañera de vida [víctima del caso] decidió defenderlo para que no fuera procesado». El acto de violencia se viralizó en redes sociales ya que se registró en un cámara de videovigilancia.
Al respecto, Vanesa Martínez, «coach» emocional de Stress Center, explicó que «no denunciar un caso tiene efectos devastadores para una mujer no solamente en el plano emocional, sino también psicológico, físico e incluso puede llevarla a la última situación: ser víctima de un feminicidio».
La experta añadió que «cuando una mujer es víctima de violencia le afecta no solo a nivel físico, sino que también en los planos emocional y psicológico, con implicaciones fuertes en el tema de la salud mental, de la autonomía, la seguridad y la autoestima».
De igual forma, la psicóloga Patricia Velasco añadió que «muchas mujeres tienden a normalizar desde los malos tratos hasta las golpizas, y siempre siguen siendo los mayores agresores las personas que están dentro de los núcleos familiares, porque se sienten con derecho, y las mujeres sienten que ellos tienen derecho a agredirlas y no pasa nada».
«Cuando no denuncian es porque dicen: “Él va a cambiar, estoy segura de que él va a ser diferente”. Ese es el ciclo. La persona ya sabe: la golpeó, hay un perdón, un regalo y ya estuvo; dos o tres días y vuelve el ciclo. Y si ella no lo rompe, si la persona que es agredida no lo rompe, seguirá toda su vida, a lo mejor puede llegar a un feminicidio», enfatizó Velasco.
Las víctimas de violencia —hombres y mujeres— pueden buscar apoyo en las diferentes oficinas de Gobierno habilitadas para orientar sobre lo que deben hacer en esos casos, pero, sobre todo, en las medidas de prevención para los más vulnerables. En reiteradas ocasiones, el Gobierno ha exhortado a las víctimas a denunciar y a buscar el apoyo en las instituciones públicas, seguir el debido proceso y esclarecer los hechos para su tranquilidad y la pacificación familiar.
Incluso, la Fiscalía General de la República cuenta con un protocolo de atención a las víctimas antes, durante y después de su proceso. La ruta de la atención brinda orientación legal y psicológica, atención en trabajo social, en lo lúdico y atención médica a las víctimas que sufren cualquier tipo de violencia.
Cecilia Pineda, jefa de la Unidad de Atención Especializada para la Mujer, Niñez y Adolescencia de la oficina fiscal de San Salvador ha reiterado en varias ocasiones que «en el ministerio público se dan recursos emocionales para la víctima para que transite por el proceso penal y lograr al final el objetivo tan anhelado para nosotros como Fiscalía y para la víctima, que es alcanzar el acceso a la justicia para esta víctima, que estos hechos no se repitan y que más mujeres o niños no sean víctimas».