Gobernados siempre por conservadores o liberales de derecha y hastiados de un país en crisis, los colombianos podrían este domingo inclinarse por primera vez a la izquierda y subirse al tren de esa tendencia que vuelve a cruzar por América Latina.
El senador y exguerrillero Gustavo Petro, de 62 años y favorito en todas las encuestas, cree que puede conseguirlo el 29 de mayo, aunque los sondeos señalan que deberá disputar un balotaje el 19 de junio, en el que también lidera la intención de voto.
Su némesis, el derechista Federico Gutiérrez de 47 años, se perfila como el rival más probable en un país polarizado como pocas veces, pero que grita cambio ante los estragos económicos de la pandemia, el repunte de la violencia, la corrupción, la desigualdad y las heridas que dejó la represión de masivas protestas.
Seis candidatos están en la baraja, pero dos son los favoritos. El outsider Rodolfo Hernández, un empresario de 77 años, se acerca a Gutiérrez según las encuestas.
Petro, que por tercera vez busca la presidencia, perdió hace cuatro años con el derechista Iván Duque, que por ley no puede aspirar a la reelección.
Ese segundo lugar en 2018 le valió un escaño en el Congreso desde donde acumuló apoyos para pelear un desquite por el gobierno del país de 50 millones de habitantes, aliado de Estados Unidos y mayor exportador de cocaína.
Colombia podría así sumarse a la izquierda que gravita en la mayoría de países de Sudamérica, a excepción de Ecuador, Paraguay, Uruguay y Brasil, que en octubre se juega el posible regreso de Luiz Inácio Lula da Silva.
Paradójicamente, en Colombia todas las fuerzas piden un cambio, tras el impopular gobierno de Duque (67%) que desató un estallido social inédito.
«Hay mucha frustración, mucha rabia y creo que Petro capitalizó eso», dice a la AFP Michael Shifter, profesor de la universidad de Georgetown.
La derecha en el poder llega debilitada. Su líder natural, el expresidente Álvaro Uribe (2002-2010), antiguo protagonista electoral, está de capa caída por enredos judiciales.
«Dos sentimientos resumen al votante: la necesidad de cambio por ese descontento y la desconfianza», sostiene Jorge Restrepo, profesor de la Universidad Javeriana. El abanico de candidatos lo completan el centrista Sergio Fajardo (5.1 %), el evangélico John Milton Rodríguez (0.6 %) y el derechista Enrique Gómez (0.3 %).
La abstención, que históricamente ha rondado el 50 %, podría quebrarse.
PAZ Y POLARIZACIÓN
Un nuevo duelo entre fuerzas opuestas es la expresión de un país dividido tras la firma del acuerdo de paz firmado en 2016. El histórico pacto que desarmó a los rebeldes de las FARC «abrió un espacio para la izquierda política» que durante el conflicto armado cargó con un «fuerte estigma» por su «asociación con la guerrilla», dice Elizabeth Dickinson, analista del International Crisis Group.
Duque intentó sin éxito modificar lo pactado, y casi seis años después todos los candidatos se comprometieron a seguir su implementación ante las críticas internacionales por el asesinato de 332 excombatientes y el rebrote de la violencia.