Una nueva propuesta de reforma migratoria fue presentada en el Capitolio de Estados Unidos de manos de un grupo bipartidista de congresistas que buscaría reducir la llegada de migrantes a la frontera sur mientras ofrece vías de estatus legal para unos 12 millones de inmigrantes en situación irregular en el territorio.
La «Ley Dignidad» establecería «medidas más duras y penas más altas» para la migración irregular, aseguró la autora de la propuesta, María Elvira Salazar. La congresista republicana aseguró que esta medida, que tiene por objetivo «sacar de las sombras» a las personas sin documentos en regla, «no le costará un centavo a los contribuyentes». Argumentó que incluye vías en las que los migrantes deberán pagar por acceder a un estatus legal.
El proyecto de ley establece la creación del programa Dignidad que otorgaría un estatus legal a los inmigrantes -junto a una autorización de trabajo y viaje- que tendría una vigencia de siete años con posibilidad de ser renovado.
Para poder participar en dicho programa, de acuerdo con la propuesta, los inmigrantes tendrían que pagar $700 al año al Gobierno, para un total de $5.000 dólares en el tiempo que puede beneficiarse del estatus; además, de pasar una verificación de antecedentes criminales y pagar impuestos.
La intención, según expusieron los congresistas, sería limitar el acceso actual de los inmigrantes en situación irregular a servicios públicos como hospitales y escuelas, y obligarles a financiar sus propios seguros médicos o educación privada mientras pagan por mantener su estatus legal. «Aquí nadie puede vivir de gratis… no quiero que nadie confunda amnistía con dignidad», dijo Salazar.
La medida propone, en segundo lugar, un programa de «redención» por cinco años que serviría de continuidad al programa Dignidad y que permitiría a quienes cumplan con requisitos adicionales como servicio comunitario -y tras el pago de $5.000 adicionales- acceder a la ciudadanía estadounidense.