El Congreso hondureño nombró este domingo dos presidentes en ceremonias separadas, profundizando una crisis política a cuatro días de la asunción de la presidenta electa de izquierda, Xiomara Castro, tiñendo de incertidumbre la toma de posesión.
Dieciocho diputados disidentes del partido de Castro, Libertad y Refundación (Libre), con apoyo de formaciones de derecha, eligieron a Jorge Cálix como presidente del Congreso en un centro social.
En paralelo, parlamentarios de Libre leales a Castro nombraron al diputado del Partido Salvador de Honduras (PSH), Luis Redondo, en el edificio del Congreso.
Los alrededores del edificio del Congreso Nacional amanecieron tomados por los activistas de Libre, donde anoche la presidenta electa dio un sustancioso discurso acusando de traidores a los rebeldes de Libre.
Ante la invasión de activistas, la directiva provisional presidida por Cálix, y a razón de que las condiciones de seguridad para los diputados no estaban garantizadas, decidió trasladar la sesión a Bosques de Zambrano, en la salida al norte de la capital.
La noche del sábado, la mandataria electa encabezó una vigilia con miles de simpatizantes en la capital para protestar contra veinte diputados de su partido que se aliaron el viernes con el oficialismo para lograr el control del Congreso.
«Hay un sentimiento de indignación. Mañana (domingo) van a intentar volver aquí para lograr entonces cerrar el pacto que hicieron los traidores con el Partido Nacional (PN)», afirmó Castro frente a unos 5.000 simpatizantes ante la sede del Parlamento, en el centro de Tegucigalpa.
Hay que «decir a esos traidores: no pasarán», gritó Castro, acompañada en coro por seguidores del partido Libertad y Refundación (Libre, izquierda), ganador de las elecciones de noviembre pasado derrotando al oficialista PN (derecha).
Los manifestantes fueron convocados por Castro un día después de que 20 diputados de su agrupación integraran la junta provisional del Congreso de la mano con el PN, incumpliendo los lineamientos del partido.
Castro, de 62 años y esposa del mandatario derrocado en 2009, Manuel Zelaya, tomará posesión el próximo 27 de enero como la primera mujer en asumir la Presidencia en la historia de Honduras.
La presidenta electa «nos ordena unirnos para detener dentro de Libre el retorno de la corrupción, el crimen organizado y el narcotráfico de Juan Orlando Hernández», decía el video de la invitación a la vigilia.
La disputa por el Congreso estalló el pasado viernes cuando en una sesión para escoger una directiva provisional, sorpresivamente, 20 diputados de Libre se aliaron con parlamentarios del PN.
Con los votos del PN y otros partidos, el grupo de disidentes logró 85 voces para que uno de los suyos, Jorge Cálix, fuera nombrado presidente provisional del Congreso. Cálix tiene los votos para ser ratificado el domingo.
La noche del viernes, Castro expulsó de Libre a los 20 legisladores, al acusarlos de «traicionar el acuerdo constitucional» -con el Partido Salvador de Honduras (PSH), que proponía otro nombre para presidir el Congreso-, y «hacer alianzas con los representantes del crimen organizado, la corrupción y el narcotráfico».