¿Cómo ve el escenario político tras las elecciones en Estados Unidos?
El escenario electoral estadounidense es en el fondo un escenario político, no electoral, porque lo que se está enfrentando allí no es exactamente Donald Trump y (Joe) Biden, sino que lo que se está enfrentando son dos grupos económicos para los que trabajan uno y otro candidato. El capitalismo hoy, a nivel planetario tiene diferentes agrupamientos, por ejemplo, unos se dedican a la energía, otros se dedican a la industria militar, estos están interesados en las guerras.
Y cuando Trump se hace presidente esto significó el rompimiento del predominio de los partidos políticos en ese país, porque desde la independencia, allá en 1776, los terratenientes, los colonos ingleses decidieron que solo debía haber un partido con dos bloques: uno republicano y otro demócrata, pero lo mismo. Eso le funcionó maravillosamente por centenares de años, pero se les quebró y ya Donald Trump ya no es de ningún partido, él es simplemente un millonario y nada más; no tiene ningún compromiso partidario, y los republicanos se dieron cuenta que con él podían ganar la votación, y por eso lo apoyaron y hoy que pierden, lo abandonan rápidamente.
¿Cree que ha habido fraude?
Es que los intereses para los que trabaja Trump, como no son intereses partidarios, que entienden que una campaña electoral se gana o se pierde, sino que son grupos financieros que en el caso del grupo de Trump están interesados en desmontar la globalización, porque a ellos no les conviene. Entonces, perder la elección es perder una gran cantidad de negocios que están montando en todo el planeta, por eso es que ellos no pueden perder y, sin embargo, todo parece que han perdido.
(…) Están esperando que se defina eso, porque ellos saben que no está definido, pero además saben bien que incluso en esa coyuntura puede haber hasta una guerra civil, porque los acuerdos internos están muy debilitados. Y, además, los republicanos no han tenido una derrota catastrófica, es que más de 70 millones de gentes votaron por ellos y todavía mantienen el control del senado y la cámara de representantes nunca la ha controlado, pero han perdido terreno.
¿Cree que eso que se están esperando va a dar un nuevo escenario?
Sí, pero no en el terreno electoral, es decir, uno no mira que de repente Trump gane, no, no, no eso no. El escenario es político, porque la sociedad estadounidense está partida, está muy partida, y nosotros que somos inmigrantes, no votamos por Trump. Por Trump votó otra gente, los estadounidenses anglosajones, por ejemplo. La mayoría no lo hizo porque el tema es la migración y ellos que son empresarios saben que la migración para sostenerla requiere una economía saludable y la economía estadounidense ya no lo es. Entonces, los inmigrantes se convierten en una carga y por eso deben resolver eso. Los inmigrantes por eso, mayoritariamente no votaron por Trump, aunque algunos sí lo hicieron, como siempre ocurre y ellos son parte del pueblo estadounidense. En este escenario no se presenta un desenlace electoral, no, pero ellos van a dar la pelea y si yo soy prudente, inteligente no me pronuncio todavía, es lo que ha hecho (el presidente Manuel) López Obrador en México. Mira que sabiduría, vamos a esperar a ver qué ocurre.
¿Cómo va ir cambiando esa dinámica con ese último conteo que hagan?
Estados Unidos ha entrado en una latinoamericanización y a un tercermundismo porque nada de eso aparecía antes, lo cual no quiera decir que no ocurrieran cosas de fraude, de irregularidades, pero ellos se lo tragaban para mantener el prestigio, pero hoy ya no pueden hacerlo. Todo eso de conteo y voto por voto eso era cosa de nosotros, como si tuviéramos derecho al fraude nosotros. Pero, hoy ellos están en eso, justamente en eso, contando voto por voto. Es posible que todo este litigio llegue a la Corte Suprema de Justicia y esa Corte es de Trump. De nueve, seis son de Trump. Ahora, si la Corte resuelve a favor de Trump eso va a ser complicadísimo, arde Troya, guerra civil. Eso nunca había ocurrido. En la elección de Bush y Al Gore ahí hubo una acusación de fraude y la Corte resolvió a favor de Bush y así quedó eso, pero es que hoy todo está tensado, porque a los Estados Unidos las cuentas no le salen y el pueblo estadounidense también es un pueblo muy abigarrado, no hay cohesión.
¿Cómo ve el desenlace?
Con un gran conflicto y una gran división, y un aumento de la confrontación. Ahora, para nosotros, la clave no es que gane uno o que gane otro, no. La clave es cómo nosotros como país construimos las condiciones para que ningún salvadoreño necesite irse de su patria, ese el punto; que nadie sea expatriado como lo han sido en estos años, y que los gobiernos sean inteligentes y tracen una política patriótica con las siguientes partes: uno, todo salvadoreño en los Estados Unidos debe estar legalizado y el gobierno trabajando en eso, ayudando a eso. Dos, que participen en la vida política de los Estados Unidos, que se hagan alcaldes, si pueden que se hagan presidentes, porque en estos momentos de crisis eso es posible, que participen que se construyan nuevas relaciones entre esos estadounidenses y su país. Al final, si esa gente desea venirse para acá, que lo puede hacer porque es su patria, que ya haya condiciones aquí para que se regresen. Es una política de cuatro partes para no depender de que gane uno u otro, no, eso es letal para nosotros, porque además no les importamos.
¿Cómo ve el nombramiento de la nueva embajadora, Milena Mayorga?
Eso ha sido muy peleado. En mi opinión la Milena tiene condiciones para hacer un trabajo de relaciones de amistades, de vínculos. En ese país tendrán que trabajar mucho. El conocimiento sobre el derecho lo puede adquirir estudiando mucho; ahora bien, yo no sé si ya le aceptaron eso. Sería, tal parece, bajo el gobierno de los demócratas. Lo fundamental, independientemente de la persona, es que nuestro país tenga una política exterior, no solo en relación con los Estados Unidos, sino con todo el mundo de tal manera que nosotros tengamos amigos en todos los países del mundo y evitar sudar calenturas ajenas. Si un país amigo tiene dificultades con otro, esas son dificultades de él, pero no son de nosotros. Nosotros somos tan débiles que no podemos tener enemigos.