La cabina móvil de vacunación de la COVID-19 y la de toma de pruebas para detectar el virus fueron trasladadas por el Ministerio de Salud (Minsal) al municipio de San Alejo, en La Unión.
En este lugar, el Minsal dispuso de 500 pruebas de COVID-19 y también colocó las primeras y segundas dosis de la vacuna para reducir el riesgo de padecimiento grave de la enfermedad.
«La tendencia de casos es a la baja y eso es importante, pero la población debe tomar sus medidas para no seguir teniendo otra ola que nos incremente los casos de COVID-19», señaló Ernesto Zelayandía, coordinador del Sistema Básico de Salud Integral (Sibasi) de La Unión.
Algunas de las personas que asistieron al parque central se sometieron a la prueba primero y posteriormente se pusieron su dosis de la vacuna, pero otros lo hicieron a la inversa, aprovechando que ambos servicios estaban accesibles y que son gratuitos para la población.
El personal de salud sostiene que aún hay un buen número de personas que todavía no se han puesto la primera dosis de la vacuna. Incluso durante la jornada móvil se pudo evidenciar que llegaron algunas personas a recibir la primera, a pesar de que hace varios
meses estaban habilitados para vacunarse.
«Vacunarse es una decisión que cada uno debe tomar, porque hay mucha gente que no se la ha puesto y tampoco quiere ponérsela, pero lo que yo les puedo decir es que no le pasa nada a uno y es como una vacuna normal a las demás que ya nos hemos puesto», reflexionó Jorge Luis Montesinos, quien reconoció que esperó varios meses para vacunarse.