Roberto Zúniga nació en la ciudad de San Vicente, en enero de 1965. Es el séptimo de 10 hijos de Carmen Hernández de Zúniga y Salvador Zúniga, exmúsico de banda regimental. Mario Roberto estudió en el Centro Nacional de Artes (Cenar) y en 1986, a los 21 años, ya destacaba como director de orquesta en Santiago de Chile, en el festival OTI, por lo que la Liga Panamericana de San Vicente le dio un reconocimiento. En 2016, fue designado Hijo Meritísimo de su departamento natal. Lleva 30 años de ser el director de la Internacional Orquesta Canela, que originalmente fue fundada por su padre con un nombre distinto.
La música para Roberto Zúniga ¿es un legado?
Es herencia. Mi papá es músico y toca varios instrumentos. De mis hermanos fuimos 10; yo quizás fui el más curioso por el hecho de que en la casa siempre hubo instrumentos porque, aparte de ser músico, él reparaba instrumentos. Mi papá de cada instrumento me enseñaba la escala musical, y ya con la escala empezaba a sacar canciones, o si no él me las enseñaba. Ese es el principio de Mario Roberto, a la edad de seis años.
¿Cuál fue el primer instrumento que tocó?
El contrabajo, muchos le dicen el tololoche, otros le dicen la cuchona o chanchona. Un instrumento que era demasiado grande para la edad que yo tenía. Me tenía que subir en una silla para alcanzarlo. Desde allí mi papá descubrió que yo traía el arte de la música.
¿Con qué ritmo se identificó de pequeño?
Prácticamente, mi hermano mayor nos educó. Él viajó antes que nosotros a Estados Unidos, a las famosas giras. Nos trajo discos de salsa, del gran Combo, de Cheo Feliciano, de la Sonora Ponceña, entonces, con esa música prácticamente nos desarrollamos. Música de los Billo’s Caracas Boys, música de los Melódicos, de allí viene quizá mi pasión por las orquestas grandes.
De sus nueve hermanos, ¿quién más heredó el arte musical?
Mi papá cuando fue profesor de música de las instituciones de San Vicente, nos incorporaba a los hermanos. Soy el séptimo. Mis hermanos también en su momento tocaban, uno contrabajo, otro guitarra, otro violín y otra percusión. En esa época, se pusieron de moda los estudiantiles en los centros escolares, y mi papá daba clases en el Instituto Nacional de San Vicente, y como era apresurado, la directora quería ver ya tocando a los jóvenes. Nos llevó como refuerzo a los hermanos, aparentando que éramos estudiantes del instituto y así fue como se fundaron las estudiantiles en tres centros escolares: en el Instituto Nacional de San Vicente, en la Antonia Galindo y en la Darío González.
Imagino que con las estudiantiles comenzaron los hermanos Zúniga como grupo.
Sí, posteriormente, cuando mi papá vio que todos tocábamos en las estudiantiles que él nos llevaba de refuerzo, inventó hacer una agrupación a la cual se le llamó Combo Marito Zúniga, por mi nombre. Luego, con el caminar, se vio la necesidad de hacer la agrupación más grande, hicimos la Orquesta Hermanos Zúniga, debido a que éramos varios hermanos los que tocábamos en ella.
¿Cuándo se desliga de sus hermanos en el ámbito musical?
Mi hermano mayor me lleva 10 años, a la edad de 16 años para ayudarle a mi papá y mamá a mantenernos a los demás, y no me da pena decirlo, se vino a trabajar a San Salvador, a una orquesta del gobierno, por cierto. Y así, uno a uno, se fue retirando de la orquesta.
Pero años después se reintegran, ¿no?
Yo estoy agradecido con Dios, ya que después de varios años se integra mi hija, Mariel, y es mi brazo derecho. Ella ha tomado las riendas de la orquesta y nos hemos apoyado los dos. Estoy dispuesto a que este patrimonio siga adelante.
¿Mariel es quien se ha convertido en la voz principal?
Así es, porque todas las grabaciones que se han hecho a partir de unos tres años para acá se han fusionado muy bien, la gente la ha aceptado. Mi hija, por sus estudios, no estaba de lleno en la orquesta, ahora que está por salir ha tomado esto muy en serio y yo la estoy apoyando.
¿Son tres generaciones que van de Orquesta Canela?
Sí, de hecho, en el aniversario que hicimos la gente se dio cuenta de que la primera cantante que tuvimos fue mi hermana, Rosibel Zúniga; después, Sandra Zúniga, que sería la segunda generación; y en esta tercera que está mi hija, Mariel. Mi hija Mariel accidentalmente entró a la orquesta. Ella estaba dedicada a sus estudios, hicimos una grabación donde ameritaba que fuera la voz de una adolescente, por lo que decía la letra; y, bueno, según el sonidista del estudio, ella ya era cantante, era la primera vez, y a la primera quedó grabada la canción. No hubo que estar corrigiendo nada. Y pues, pasó lo de mi papá conmigo, y hoy a mí me pasa con mi hija, de primas a primeras ya trae ella para ser afinada y tener gusto para cantar. Estoy hablando que fue hace como nueve o 10 años.
Después de Mariel, ¿sigue alguien más de la familia?
Esto es de los nietos, porque mi otra hija, Maryori, estamos en la casa y nunca la he oído cantar. En su momento, si ella quiere, va a ser ella, si no ahí vienen los nietos. Tengo un nieto que ya se pone con el güiro, hasta ya ha grabado unos coros y todo, a ver qué pasa.
El hombre orquesta
Roberto Zúniga también es conocido con un sobrenombre muy propio desde hace seis años, aproximadamente. Fue Zonaí Alvarado, director de la Orquesta Sonora Maya –durante una grabación llamada «Homenaje a las estrellas de El Salvador» con varias orquestas del país–, quien al presentar a la Orquesta Canela, con la canción «Amor tirano», presentó a Mario Roberto como El hombre orquesta, dada la habilidad de tocar varios instrumentos musicales.
¿Cuántos instrumentos puede tocar?
Los instrumentos están clasificados por familias. La familia de viento metal que son la trompeta, trombón, cornetín y todo eso. La otra familia es de viento madera, aunque es de metal el instrumento, algunos no entienden el porqué el saxofón siendo de metal está en la familia de viento madera, pero es porque la boquilla lleva un instrumento que se llama cañuela y esta es de madera. Entonces, puedo saxofón, clarinete, soprano, los tres: alto, tenor y barítono. Está la familia de cuerdas que es el bajo, la guitarra, el piano, porque es de cuerdas, adentro lleva algo que se llama arpa y el arpa lleva cuerdas. Así que yo he tenido la oportunidad de conocer un poco de todo y la trayectoria que tengo ha hecho que toque todos los instrumentos.
Y en la orquesta, ¿qué instrumento ha tocado?
Toqué un par de años trompeta en la orquesta, otro tiempo toqué trombón, o sea, siempre dependiendo de lo que había necesidad. Me llamaban comodín de la orquesta y no solo en mi orquesta sino en las otras que yo he pertenecido. Siempre me caractericé por ser comodín, si faltaba el del bajo, tenía que tocarlo; si faltaba una trompeta, yo tenía que cubrir. Gracias a conocer un poco todos esos instrumentos se me abrieron muchas puertas, acá y fuera del país.
¿En qué orquestas ha estado?
Yo comencé en la orquesta que ahora es la San Vicente. Para los que no saben que esa orquesta se llamó Zona Chévere, allí comencé yo. Esa orquesta tuvo cinco años de duración, luego le pusieron Orquesta Los Profesionales y, posteriormente, Orquesta San Vicente, con el maestro Tito Flores. Cuando estoy hablando que pertenecí a esta orquesta ya existía el Combo Marito Zúniga. Luego, me vine a tocar a la orquesta de Lito Paredes, en Santa Tecla, un par de meses, y nos conocieron a mi hermano y a mí y comenzaron las ofertas. Nos fuimos con otra orquesta que en ese momento era la tercera aquí en El Salvador, Orquesta Nueva Sensación, allí pertenecí cinco años. Estando en esta orquesta me desarrollé en la grabación de jingles comerciales y fue así como llegué a una agencia de jingles, posteriormente, pasé a una orquesta de un hotel famoso aquí en San Salvador, donde tocábamos de todo. Era muy versátil. Y estando en esta orquesta se me dio la oportunidad de viajar a un festival muy conocido por algunos que se llama festival OTI de la canción. Y a mi regreso, de dirigir allá una orquesta grande con 60 músicos, vine con la idea de dedicarme a la orquesta.
¿Qué lo motivó a tener una orquesta?
Tenía que tomar una decisión, como director de otras agrupaciones o en lo propio. Y la verdad que me funcionó. Con el paso del tiempo, en 1992, la orquesta comenzó a viajar. Tres años después se me dio la oportunidad de pertenecer a la Orquesta Platinum, como comodín, toqué bajo, saxofón y trompeta. Después de ocho años se dio la oportunidad que yo fuera el director de esta orquesta, a la cual pertenecí dos años más. Cabe mencionar que también soy director general de Eventos Premier, por lo cual estoy muy agradecido por el apoyo que le ha dado a la Canela.
A futuro, ¿cómo se ve?
Más viejito (sonríe). Uno no quiere pensar en el futuro a veces. Yo en el presente me siento realizado. Como padre y como músico logré muchas cosas que no me las programé, casi en todas las orquestas que estuve entré de músico y terminé de director y eso yo no lo planeé. Y pensar en el futuro, pues, primero pedirle a Dios que me dé salud para poder llegar a ese supuesto futuro, pero el presente que estoy viviendo estoy satisfecho como padre, como músico y con lo que Dios me ha permitido tener.
Pero ¿se ve retirado de la música?
Ya lo intenté hace años, de estar viendo la orquesta nada más, pero siempre debe haber alguien como el papá de los pollitos y no porque se la pique uno, pero para llegar a ser director debe tener muchas aptitudes, y a veces se carece de eso. Así que tuve que volver a subirme a la tarima otra vez. Hoy que está Mariel puede ser más fácil.
¿Piensa dejar a Mariel de directora?
Yo le he comentado a mi hija, pero pienso que por la profesión de ella puede ser difícil. Conozco a un colega que es ingeniero eléctrico, cuando vea esta nota él va a saber de quién hablo, tiene cuatro o cinco años de estar ejerciendo, pero años atrás solo se dedicó a la música. Yo a mi hija la apoyo en todo, pero la música la puede consumir demasiado y a lo mejor deja de ejercer.
Del amor y la música
Las hijas de Mario Zúniga lo describen como un padre amoroso, ejemplo de motivación y pilar fundamental del hogar. En respuesta a sus hijas, el director de la Canela expresa que ellas son «su adoración».
Su esposa, la madre de sus cuatro hijas, ¿cómo la conoció?
Con mi esposa nos pasó algo muy bonito. Ella es cantante también, perteneció a la Orquesta Jiboa, que en su momento llegó a estar muy arriba. Y la Orquesta Canela alternaba con ellos en un restaurante muy famoso en el país y allí nos veíamos. El director de esa orquesta fue mi hermano mayor, Chamba, me cuenta mi esposa que a ella le dieron el permiso de estar con esa orquesta con la condición de que el director la llevara a su casa. Resulta que cuando yo no tocaba, venía mi hermano y me decía: «Me siento cansado, ¿crees que me hacés el favor de llevar a la muchacha cantante a su casa?». Sí, le decía yo. Y así fue como nos fuimos conociendo, siendo amigos. La conocí, pero hasta allí nomás. Un año después, tuve la necesidad de llegar a la casa porque el papá de ella trabajaba en aduanas y yo necesitaba introducir un carro placas americanas a salvadoreñas. Me dijo mi hermano: «Mirá, el papá de la cantante trabaja en aduanas», y con eso llegué, me fijé bien en ella, me gustó y como todos los cuentos de hadas, me le declaré. Me dijo que sí, y mire, aquí tenemos cuatro hijas.
¿Cuántos años de casado?
Estamos por cumplir 30 y estamos pensando en celebrarlo, así como celebramos los 30 años de la Canela.
¿Y su esposa dejó de cantar cuando se casó con usted?
En la Jiboa sí. Tuvo nuestra primera hija y ya no pudo. Después, muchos grupos la solicitaron, pero ella ya tenía también su grupo pequeño que cantaba en hoteles y fiestas privadas. Yo nunca le prohibí, porque no soy de las personas que quiero que después se lamente. Yo siempre la apoyé. Ella sigue cantando, tiene la Orquesta de Oro.
¿Y ha cantado en la Orquesta Canela?
Ha cantado porque ha tenido que sustituir a mi hija cuando se fue a España a estudiar, pero que anduviera en la orquesta no, porque el tiempo que yo estuve de novio con ella, era mi hermana Rocío la que andaba, después entró Sandra. Ella me ha echado más la mano estando fuera de la orquesta. Me ayuda con la imagen, ideas y todo.
¿Son cuatro hijas las que tuvo con ella?
Sí, Katherine, de 29 años; Mariel, por cumplir 26 años; Kimberly, de 24 años; y Maryori, a punto de cumplir los 18. Las cuatro me apapachan.
¿De las cuatro solo una está en el grupo?
Mariel y Kimberly tocaron en la Sinfónica Juvenil. Pero entrando a bachillerato, se exigía demasiado y ellas tenían que estar a las 5 y salían de estudiar a las 6, así que ya no siguieron. Maryori todavía no se decide si va a cantar en la Canela, pero estamos esperando. Mi hija mayor canta, pero no lo hace profesionalmente.
Entiendo que cada una tiene una profesión
Katherine estudió Mercadeo, se fue a vivir a Estados Unidos, allá tiene un buen trabajo. Mariel se acaba de graduar de doctora en Cirugía Dental; Kimberly ha estudiado Comunicaciones y ya está trabajando en una radio muy famosa acá en El Salvador, y mi bebé Maryori que está por salir de un colegio full inglés. Me siento orgulloso de mis cuatro hijas. Yo creo que la mejor herencia es el estudio.
¿Katherine ya está casada?
Sí y ya me hizo abuelo tres veces. De hecho, a mi nieto mayor es a quien le gusta mucho la música. Ya le gusta subirse a la tarima, ponerse el saco. Vamos a ver qué pasa más adelante.
Pero, para usted, ¿cómo fue el momento cuando ella se casó?
Terrible. Pero uno debe aceptar que así es la vida. Hoy que está en Estados Unidos me toca ir a verla, recién fui y ya estoy con ganas de regresar. Mariel igual, el día que me diga que se va a casar debo sentirme feliz de que se case con alguien que me la merezca, alguien que me la trate bien, porque si su papá la trató bien, no es posible que alguien venga y me la trate mal. Y si no, se las va a ver conmigo.
El toque especial: la canela
La orquesta Canela es reconocida internacionalmente. Cada vez que se pronuncia este nombre, de forma automática las personas ya saben de quiénes se trata. Sin embargo, el nombre no fue algo pensado.
¿Por qué cambiaron el nombre de Orquesta Hermanos Zúniga?
Había otra orquesta que era de los años sesenta o setenta y tenía el nombre parecido, Orquesta Zúniga; y nosotros éramos Hermanos Zúniga. Mucha gente nos pregunta por qué le cambiamos el nombre, y es justamente por eso. La gente no se acostumbró a llamarnos así; unos nos decían Hermanos Zúniga y otros, Orquesta Zúniga, nos confundían con esa orquesta que era de La Unión. Por eso se le cambió a Orquesta Canela, la que hoy conocemos como Internacional Orquesta Canela.
¿De dónde surge el nombre?
Como también me he dedicado a hacer jingles comerciales, yo trabajaba en una agencia de publicidad, ellos me apoyaron en su momento. En una reunión me pusieron unos 500 nombres, de los cuales unos ya habían existido y un señor de ascendencia cubana, que era director de esta agencia de publicidad, me dijo: «Oye chico, ponle Orquesta Canela». En el momento no me gustó mucho. Le pregunté por qué y me dijo: «La canela le da sabor a la poleada, otros le echan canela al café, vos le vas a poner sabor a la música», y allí ya me gustó. Nos quedamos con ese nombre, y yo llegué a San Vicente a decirle a los músicos y a mi gente que la orquesta se iba a llamar Orquesta Canela.