Este lunes 8 de abril, se producirá un eclipse solar total que se verá en más de 15 estados de Estados Unidos. «Cruzará todo Estados Unidos, desde Texas hasta Maine», explica Nicholeen Viall-Kepko, investigadora de la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio de EEUU (NASA).
Este fenómeno, explica, «ocurre cuando la Luna se sitúa entre la Tierra y el Sol, bloqueando completamente el aro principal del Sol».
«La distancia entre la Tierra y la Luna cambia. Hay momentos en que está más cerca y está más lejos. En este caso la Luna está más cerca, entonces, de alguna forma, hace que se vea más grande la Luna y tapa más el Sol cubriendo su totalidad», agrega Gerónimo Villanueva, científico planetario del Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA, en declaraciones a la Voz de América.
En ese caso, cuando ocurre un fenómeno de estas características, se produce de una forma «relativamente rápida».
«Es bastante rara la sensación porque estamos en pleno día y en un momento determinado pasamos a la noche instantáneamente en un par de minutos», decía Villanueva.
Un hecho histórico
Los eclipses ocurren cada 18 meses, de alguna forma, en algún lugar del planeta. «El tema es que, para que se produzca total, son menos frecuentes».
«Además, que se produzca en el mismo lugar es muchísimo menos frecuentes. En realidad, hemos tenido suerte que el último total en Norteamérica fue en 2017», decía recordando que el próximo tendrá en 2044.
Entre la 1pm y las 4pm más de 31 millones de residentes de 15 estados del país, desde Texas hasta Maine, podrán ver cómo el sol se apaga y se hace completamente de noche en cuestión de segundos. Aún es muy temprano para predecir dónde se podría ver mejor este eclipse, teniendo en cuenta que las nubes podrían aguar la fiesta de muchos.
«Es maravilloso poder ver cómo el Sol desaparece, es algo raro y maravilloso porque empiezas a ver las estrellas durante el día», comentaba Jason Harlow, profesor de física en Universidad de Toronto.
Temor por las condiciones del tiempo
Sin embargo, hay preocupación por el estado del tiempo. No solo por las nubes, sino porque en zonas del sur y del valle del Mississippi se han pronosticado tormentas eléctricas, lo que no permitirían la observación del eclipse.
Así que es posible que las nubes arruinen la fiesta de la «eclipsemanía» que se está viviendo en todo el país. Eso sí, los expertos recomiendan seguir utilizando gafas para el eclipse de sol certificadas si se mira directamente al satélite, aún si el sol está tapado.
«Nunca podemos mirar al Sol, es extremadamente peligroso. A pesar de que uno cree que va a ser más tenue y demás, nunca hay que mirar al Sol de forma directa porque puede provocar ceguera casi inmediata», señalaba el científico de NASA.
En ese sentido, recuerda que hay formas de ver el eclipse a través de telescopios solares o pedazos de papel para ver el Sol en forma indirecta. “Lo más fácil y divertido es utilizar esas gafas, con un material bien oscuro, lo que permite cubrir la radiación solar de forma efectiva», exponía.
«Tienen unas regulaciones ISO, así que cuando compren en línea fíjense que sea con esas condiciones, con esos requerimientos», agregaba al respecto.
Las investigaciones de NASA
Los científicos de NASA están preparados para analizar muestras que, de otra manera, sería imposible debido a las fuertes radiaciones del Sol. «El impacto del Sol llega a lo largo de toda la atmósfera, desde la parte de abajo, donde estamos nosotros, hasta la parte de arriba, que se llama ionósfera», relataba.
«Lo que queremos entender es qué pasa cuando la radiación solar desaparece rápidamente. Notamos que la temperatura cambia, es algo que queremos entender qué pasa, cuán rápido nuestra atmósfera responde a cambios rápidos de la radiación, pero también queremos entender la parte química, los fenómenos físico-químicos que pasan en la parte de arriba de la atmósfera”, decía Villanueva, convencido de que esa información «tiene mucha relevancia al estudiar, por ejemplo, el efecto de la radiación solar, las tormentas solares o la relación entre la atmósfera y el Sol».
Con todo, la agencia espacial estadounidense también enviará unos cohetes que van a ir dirgidos a la parte superar de la atmósfera para poder tomar mediciones «antes, durante y después del eclipse, para ver esos cambios rápidos».