El Ministerio de Educación empezó a entregar ayer las tabletas a los alumnos desde primero hasta tercer grado inscritos en todas las escuelas públicas del país. Se trata de la primera vez en la historia nacional que un Gobierno invierte tanto en la educación de los más pequeños para darles herramientas tecnológicas acordes con los tiempos que vivimos.
No solo son aparatos genéricos los que se entregan, de hecho, son de una respetada compañía de computadoras y se cargan con programas y aplicaciones necesarias para el proceso de aprendizaje. Se trata de software pedagógico que incluso se utiliza sin conexión a internet, aunque también hay acceso en línea a determinados contenidos.
El nuevo equipo es parte del programa Enlaces con la Educación para entregar recursos tecnológicos a la población estudiantil. Los alumnos de bachillerato ya han recibido laptops para continuar con sus estudios, lo mismo que los profesores, que no solo recibieron las computadoras, sino que también se capacitaron en los programas para las jornadas diarias.
La entrega de laptops, computadoras de escritorio y tabletas en las escuelas tanto a los estudiantes como a los maestros ayudará a que el país cierre la brecha digital, es decir, que más personas accedan a la tecnología.
Antes de este programa, las computadoras en la educación estaban restringidas a colegios y universidades, donde alumnos con capacidad adquisitiva alta las incorporaban en sus tareas.
Lo que entonces parecía inalcanzable para amplias capas de la población, ahora se incluye en el paquete escolar básico que el Gobierno del presidente Nayib Bukele entrega a cada alumno. «Paso a paso construimos el país que todos soñamos», manifestó el gobernante en redes sociales.
No es para menos. Más de 1.2 millones de estudiantes del sector público recibirán los equipos informáticos, un hecho sin precedentes en el país, sobre todo cuando los gobiernos anteriores consideraban que era un logro entregar media docena de computadoras a una escuela para crear el «aula informática», las que iban a utilizar todos los estudiantes del centro educativo durante algunos minutos a la semana.
Ahora, en cambio, la computadora está asignada a los alumnos para que la lleven a sus casas y continúen aprendiendo, investigando, incluso jugando e interactuando con personas en otros lugares del mundo. Son oportunidades que ahora están disponibles para formar una generación imparable.