Las muertes de sobredosis en Estados Unidos en 2020 aumentaron hasta el récord de 93,000, un fenómeno impulsado por el aumento del consumo de opiáceos durante la pandemia, informó el miércoles el Centro para el Control y la Prevención Enfermedades (CDC).
Un recuento provisional del organismo señala 93.331 muertes en los 12 meses que terminaron en diciembre de 2020, un máximo histórico y un aumento del 29,4% respecto al año anterior.
Los opiáceos, principalmente el fentanilo de fabricación ilícita, fueron responsables de 69.710 de las muertes.
También aumentaron las muertes relacionadas con psicoestimulantes como la metanfetamina.
Las muertes aumentaron en casi todos los estados, con los mayores picos en Vermont, Kentucky, Carolina del Sur, Virginia Occidental y California.
La pandemia de covid-19 provocó un incremento de muchos factores de estrés, como las dificultades económicas, el aislamiento social y la interrupción de la asistencia escolar y sanitaria, según un informe reciente de Well Being Trust.
El exdirector de los CDC Robert Redfield dijo en diciembre que las personas con trastornos por consumo de sustancias se vieron especialmente afectadas por las alteraciones de la vida cotidiana.
Redfield informó de que la agencia trabaja con los estados para implementar estrategias de prevención y tratamiento.
Más de 500.000 estadounidenses han muerto por sobredosis de opiáceos -tanto con receta como sin ella- desde 1999.
Empresas farmacéuticas como Purdue Pharma han sido llevadas a los tribunales con cargos penales por incentivar la prescripción de estas drogas con receta, lo que avivó una crisis de adicción en todo el país.