El Plan Control Territorial sigue cosechando éxitos, lo que redunda en la tranquilidad de la población, tras décadas de malos manejos de la seguridad pública que provocaron miles de muertes violentas. Junio y julio de 2021 cerraron con menos de 100 homicidios, con promedios diarios de 2.9 y 3, respectivamente, de acuerdo con datos divulgados por la Mesa Interinstitucional para la Conciliación de Cifras de Víctimas de Homicidios y Feminicidios.
Junio terminó con 86 homicidios, en tanto que en julio hubo 92, lo que muestra la eficacia de los planes de seguridad pública. A lo largo de la actual administración del presidente Nayib Bukele se reportan 44 días sin homicidios y una reducción histórica de los feminicidios. También hay bajas considerables en otros delitos, como extorsiones, violaciones, hurtos y robos.
Los ciudadanos no dudan en respaldar los resultados del Plan Control Territorial, con un 72 % de aprobación, según la encuesta hecha a inicios de junio por el Instituto Universitario de Opinión Pública (Iudop) de la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas (UCA).
Las nuevas fases del Plan Control Territorial permitirán llegar a los lugares que continúan teniendo incidencia delincuencial. Esta parte del programa había sido boicoteada por ARENA y el FMLN en la antigua Asamblea Legislativa, al paralizar la aprobación de créditos que financiarían estas fases.
El apoyo de la Fuerza Armada a la PNC en labores de seguridad pública es un hecho irrefutable. La participación de militares en patrullajes ha llevado tranquilidad a muchas colonias y barrios, mejorando las condiciones de vida. En zonas del Bajo Lempa, por ejemplo, los ciudadanos agradecen la normalidad que los planes de seguridad han llevado a sus comunidades.
Asimismo, ha sido fundamental el papel de los militares, especialmente de su rama naval, en el combate al narcotráfico, pues han dado fuertes golpes a los carteles de la droga. El más reciente decomiso se ejecutó a más de 500 millas náuticas de tierra firme, gracias a la modernización de equipos y al uso de embarcaciones idóneas, una de ellas comprada con el apoyo de Estados Unidos.
Solo quienes están del lado del crimen, ya sean las pandillas o las mafias de las drogas, podrían oponerse a la efectividad contra la delincuencia, la cual se logra apoyando con fondos suficientes a las fuerzas públicas de seguridad.
Hay que reconocer que se trata de un proceso y que todavía falta por hacer, pero lo que se ha hecho hasta el momento ha mostrado ser efectivo y que va en el rumbo correcto.