Desde el 2011, a iniciativa de José Rodríguez (Chicato) y Ulises Palacios, estudiantes de la Escuela de Artes de la Universidad de El Salvador (UES) y el actual coordinador del salón, Salvador Ventura, más conocido como Salvador de la Mancha, nace el Colectivo de la Mancha, nombre que se le dio en alusión a la deformación visual de las obras abstractas.
La primera exposición del grupo fue «La Quinta de la Mancha», en Suchitoto; sin embargo, es hasta 2013 cuando se inaugura oficialmente el Primer Salón Nacional de Arte Abstracto. A partir de ese momento se ha desarrollado año con año.
Este 2024, se celebra la XII edición del salón (el cual ha pasado a llamarse Salón Internacional del Arte Abstracto), que se inauguró el pasado 15 de mayo en la Sala Nacional de Exposiciones Salarrué. «Por tercera ocasión abrimos las puertas de este espacio, dedicado a impulsar las artes visuales en todas sus manifestaciones, para compartir con el público una nueva edición del Salón Internacional del Arte Abstracto, este año dedicado al artista migueleño Alfredo Milián Jerez», manifestó el viceministro de Cultura, Eric Doradea, durante la inauguración.
La muestra está compuesta por nueve esculturas, 46 cuadros, 18 grabados y dos instalaciones, estas últimas de de Milián Jerez, que en conjunto permite «celebrar una expresión que posibilita nuevas formas de percibir y entender el arte, que libera al espectador de las limitaciones de la realidad tangible para estimular la imaginación, la interpretación personal y la reflexión propia», agregó el viceministro.
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Esta es la tercera ocasión que el Ministerio de Cultura alberga esta muestra que cuenta con la participación de cincuenta artistas de Estados Unidos, México, Puerto Rico, Venezuela, Honduras, Costa Rica, Ecuador y Francia.
«Desde nuestro pasado precolombino, la abstracción geométrica ha sido relevante para la arquitectura, la escultura, inscultura y pintura de nuestros pueblos originarios. Por lo tanto, es un estilo que adoptan nuestros artistas latinoamericanos, por ejemplo, al inspirarse consciente o inconscientemente en esa herencia antropológica: el universalismo constructivo», expresó por su parte Astrid Bahamond, directora nacional de Museos y Salas de Exposición.
En la exhibición se observan técnicas pictóricas, escultóricas, fotográficas y calcográficas que reúnen a tres generaciones para transmitir mensajes subliminales a través del arte abstracto.
Además, se percibe infinidad de colores que combinados entre sí transportan a los visitantes a otras dimensiones que cada quien interpreta de manera personal.
«La espontaneidad, la estilización, la explosión cromática, la paleta múltiple, la distorsión, la aleatoriedad, las texturas, las dimensiones, las perspectivas aéreas, la reducción, el frotage y el informalismo son, entre otras características de la abstracción, algunas de las que convergen en ese colectivo. Los títulos de cada obra son los significativos inmediatos que nos comunican cada uno de los y las participantes», agregó Bahamond.
Durante la inauguración estuvo presente el fundador del Salón Internacional del Arte Abstracto, Salvador de la Mancha, en compañía de los artistas exponentes, familiares, amigos y público en general. La muestra estará abierta al público hasta el 7 de agosto de 2024, en la Sala Salarrué, ubicada dentro del Parque Cuscatlán. La entrada es gratis.
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El homenajeado
La edición XII del Salón Nacional de Arte Abstracto está dedicada al artista y gestor cultural a nivel nacional e internacional Alfredo Milián Jerez, quien inició en las artes plásticas de manera autodidacta, pero con el tiempo se formó en diversas disciplinas en México y Estados Unidos.
«El término abstracción indica una cualidad de exclusión del sujeto. Se trata de entender algo que es meramente subjetivo, una creación artística en un imaginario de alta sensibilidad, es decir, algo enteramente interpretativo al interior del artista. El arte abstracto tiende a representar esa realidad, quedando ausente del imaginario convencional y esto siempre ha sido controversial», manifestó Milián el día de la apertura.
Milián ha hecho obras en el taller de Artes Gráficas del Centro Nacional de Artes (Cenar), trabaja como artista asociado en el Discovery Graphics Atelier en el Torpedo Factory, de Alejandría, Virginia, Estados Unidos, y posee su propio taller en San Salvador. Su experiencia, sobre todo en grabado, lo ha llevado a impartir talleres de esta técnica en El Salvador y en Washington D. C.
«El grabado permite algo que la pintura no permite, yo puedo meter muchos colores y puedo hacer una variedad de obras en grabado, esa es una de las grandes ventajas», detalló.
En cuanto a las colecciones y obras creadas, Milián ha experimentado con diversas técnicas como la calcográfica, grabado, litografía, xilografía, agua fuerte, además de dibujo y pintura. Para los cuadros presentados en el Salón utilizó el grabado en monotipo y linotipo como su principal técnica, siempre bajo el concepto de abstraccionismo.
«El abstracto es más un sistema de visión de pintura que es más libre, es más de sentimiento. Usted, como artista, exhibe y pinta lo que usted sentimentalmente quiere, el color, las rayas, hay una serie de conceptos que se manejan que hace mucho tiempo no se manejaban. Antes, en el medievo, era la pintura religiosa, los santos, la Virgen y todo eso era su momento; pero en este momento el abstracto ha tomado más del mundo moderno del siglo XXI», señaló.
La trayectoria de este artista lo ha llevado a participar en más de ochos exposiciones colectivas en países como Estados Unidos y Brasil, y en 15 exposiciones individuales en Estados Unidos y El Salvador.
Además, trabajó como encargado de exposiciones itinerantes, asistente de curaduría en la División de Artes Visuales en la Organización de Estados Americanos (OEA) y fue agregado cultural de El Salvador en Washington, entre 1982 y 1987.