A muchas personas la pandemia los obligó a familiarizarse más con el internet, es decir, a utilizar diferentes plataformas para realizar compras y pagos, así como mantener el contacto con familiares, amigos y compañeros de trabajo; pero también hizo que creciera más el interés buscar el amor.
Según explica la psicóloga Cindy Durán, «la tecnología se ha vuelto un atributo de la personalidad», ya que muchas personas proyectan sus intereses y logros a través de las plataformas digitales y al no hacerlo hacen que ese individuo sea visto como «poco normal» o «inadaptado»
«Si una persona no tiene WhatsApp o redes sociales parece rara y llega al punto de generar desconfianza. En la práctica clínica hay personas que no viven en sus redes sociales, lo cual se puede identificar como una desadaptación a nivel de la socialización, es decir, no tienen reconocimiento social», detalla.
En cuanto al tema del amor, la tecnología se puede utilizar para reforzar las relaciones en parejas y fortalecer la comunicación, «hay mayor cercanía, mayor contacto, hay inmediatez de comunicación. Yo puedo compartir el día a día con esa persona y me ayuda a aumentar los vínculos afectivos».
El hecho de que se pueda solventar casi todo a través de las herramientas tecnológicas también hace que la persona se acostumbre tanto a resolver todo de esta manera y se limite la necesidad de compartir de manera presencial con su ser querido.
«Ya no nos gusta hablar por teléfono, ahora son notas de voz. Con la tecnología hay una delgada línea donde los beneficios pueden ser contraproducentes y que van cambiando un contexto generacional, por ejemplo, las formas de conquistar de hace 15 años no son las mismas de ahora», manifiesta Durán.
El amor y las apps
Cada vez las personas confían más en las diferentes aplicaciones como: Bumble, Grindr, Tinder y Badoo para encontrar parejas, y aunque tomando las medidas de seguridad necesarias se puede tener éxito encontrando a la persona ideal, Durán explica que hay algunos puntos a tomar en cuenta al momento de crear o verificar un perfil.
«Hay que tener en cuenta que en las redes sociales o aplicaciones no se ve las condiciones psicológicas, solo resaltamos las cualidades y los intereses. Lo que va a determinar en realidad la relación con la otra persona es la condición psicológica que se encuentra más allá de los intereses, porque llega un punto donde el enamoramiento y los intereses van a pasar al segundo plano, es allí cuando uno se da cuenta que la persona no es lo que se pensaba», explica.
Generalmente, a través de las plataformas para buscar el amor se proyecta solo características positivas y estos mismos atributos son los que se buscan en la otra persona. Si se siente que puede haber química lo mejor es conocerse de manera presencial y saber cómo interactúa con los diversos entornos la persona que nos ha interesado.
«Al mantener una relación de manera virtual, se podría generar expectativas que no son verdaderas porque yo me estoy imaginando cómo es esa persona. Por lo que observo en ese momento me formo un sesgo interpretativo, es decir, no estoy generando una integridad de análisis de lo que es la persona, sino solo una parte. Lo importante es tomarnos el tiempo de conocerla, para determinar qué es lo ideal para mí. Lo ideal no viene en atributos, sino que se adecue a mi nivel de vida mucho más allá de factores externos», apunta la psicóloga.
Durán afirma que el no tomarse el tiempo necesario para conocer a la otra persona, saber sus intereses, su forma de actuar ante problemas, su comportamiento con amigos y familia, entre otros, hace que haya desgaste emocional y desilusiones.
«Si me enfoco en compartir por la vía virtual, estoy viendo solo un cinco por ciento de esa persona. La objetividad de lo que realmente podría funcionar o no es aleatoria. Está bien conocer a una persona por medio del internet, porque talvez se puede encontrar a un compañero que guste de manera física, pero hay que ver más allá, se deben identificar las expectativas de vida y los intereses que tenga», agrega.
Las parejas y las redes sociales
Sobre compartir o no las contraseñas de las diferentes redes sociales, cuando ya son novios o esposos, la psicóloga apunta que no es adecuado, ya que cada individuo debe mantener su individualidad. Además, la privacidad de cada uno forma parte de la integridad como humano.
«Una cosa es decidir compartir la vida con alguien y otra es que invada la privacidad. Muchas veces se confunde que el amor debe ser totalmente transparente, sí, pero también hay inseguridades, temores y miedos que no queremos que otras personas lo sepan, es allí donde debe entrar la confianza, por eso es importante seleccionar bien a la pareja», detalla.
Otro de los puntos que la psicóloga sugiere tomar en cuenta es el uso de las diversas plataformas de internet, ya que a través de ellas se puede confundir el amor con el control.
«Hay algunas aplicaciones que tienen la ubicación en tiempo real y muchas veces se romantiza el control. “Es que lo hago porque quiero estar cerca de ti”, “porque está peligroso”, “quiero ver qué linda andas hoy” o “quiero ver como andas vestidas”, son algunas de las frases que se usan y no somos conscientes de identificar si se está controlando. Cuando la persona ya no accede empiezan los conflictos», manifiesta.
También se pueden dar otros tipos de conflictos como el reconocimiento social, ya que si no se presume una relación o una foto con la pareja a través de las plataformas virtuales se empieza a medir el amor con un «si me quiere o no me quiere».
APPS MÁS USADAS PARA BUSCAR PAREJA
![](https://diarioelsalvador.com/wp-content/uploads/2023/02/apps.jpg)
Bumble. Una aplicación donde las mujeres dan el primer paso. La app permite conocer gente, hacer amigos y establecer contactos profesionales.
Grindr. Una de las aplicaciones favoritas para la comunidad LGBTIQ+. Su funcionamiento es por medio de la geolocalización, así que los usuarios interactúan con quienes están más próximos.
Tinder. Una aplicación para conocer personas. Hay quienes la catalogan como red social. Todo consiste en hacer match con otra persona si hay gustos afines.
Badoo. Una aplicación «inclusiva» para chatear y encontrar el alma gemela, además posee una opción especifica si se desea buscar amistad.