En su cuenta de Twitter, la hija del expresidente Alfredo Cristiani, el primero de los cuatro gobernantes de ARENA, compartió dos crípticos mensajes. En uno dice que, después de 100 años de que su abuelo emigró a El Salvador, «migrar de regreso. Círculos», y lo acompaña con una foto de lo que parece ser la fachada de Santa María Novella, en Florencia, Italia, en supuesta alusión a que el exmandatario es hijo de Félix Cristiani, un emigrante italiano.
En el otro tuit aparece el expresidente y su esposa, Margarita Llach de Cristiani, con el siguiente mensaje: «A veces las dificultades se convierten en oportunidades. Círculos. Retorno a las [sic] madre patria». En la fotografía, de fondo, se ve un edificio en el que ondea una bandera española y una fachada muy parecida a la que fue la histórica sede de Telefónica en Barcelona.
Sea donde fuere, la intención es muy clara: el expresidente Cristiani no está en el país y no pretende rendir cuentas por implementar el mecanismo de sobornos conocido como sobresueldos, algo eufemísticamente conocido como «complemento salarial», y que no era más que entregar, de manera ilegal, una cantidad extra de dinero al margen del salario declarado ante el Ministerio de Hacienda, como una forma de «equiparar» los salarios de ministros y presidentes de autónomas con los de sus similares en el sector privado.
Independientemente de la razón, se hizo al margen de la ley, con la instrucción precisa de no declararlo porque, al evadir impuestos con la práctica, era otra forma de robar a los fondos públicos y saquear al Estado.
Cristiani era el jefe de las Fuerzas Armadas durante la ofensiva guerrillera de noviembre de 1989, por lo que bajo su mando ocurrió la masacre de seis sacerdotes jesuitas y dos de sus colaboradoras, en las instalaciones de la UCA.
Es decir, Cristiani era el máximo jerarca en esa institución armada que mató sin piedad a personas desarmadas. La Audiencia Nacional de España ha condenado a más de 100 años a Inocente Montano, el viceministro de la Defensa y, hasta ahora, el máximo jerarca militar procesado y condenado.
Los tribunales de España han hecho público su interés de seguir las investigaciones, por lo que suena bastante sospechoso que Cristiani haya elegido ese país para su destierro, como ha querido sugerir la fotografía distribuida en redes sociales.
De lo que sí no hay ninguna duda es que los corruptos y violadores de la ley buscan escapar para evadir la justicia. Así lo han hecho los expresidentes del FMLN, Mauricio Funes y Salvador Sánchez Cerén, ambos nacionalizados nicaragüenses para evadir los pedidos de extradición y la rendición de cuentas por sus millonarios desfalcos, o el excandidato presidencial de ARENA Norman Quijano, que tiene el descaro de fungir como supuesto representante salvadoreño ante el Parlacen, pero reside en Honduras para evitar ser enjuiciado por sus negocios con las pandillas a cambio de votos.
Huir parece ser la consigna. Porque saben que en el país ya no convencen a nadie.