El presidente del BCR, Douglas Rodríguez, detalló que la compensación de cheques entre bancos migrará de un proceso de intercambio físico a uno de datos e imágenes, lo que permitirá mayor eficiencia en el procesamiento de este instrumento. El nuevo mecanismo reducirá los tiempos de acreditación de fondos de tres a un día hábil, después de presentado a cobro.
«La modernización incluye la eliminación del viaje físico del cheque al Banco Central para repartirlo al banco dueño y lo que hacemos es que se envía a través de la carretera digital y así el cheque llega en forma de datos e imagen y reducimos de los tres días o más hasta un máximo de un día hábil», señaló Rodríguez.
El titular del BCR destacó que la entidad emitió una normativa que obliga a las instituciones financieras a pagar el cheque en custodia dentro de un plazo máximo (un día).
Asimismo, la entidad reguladora detalló que en 2020 se cobraron 3.7 millones de cheques, el equivalente a más de $17,000 millones que entraron a la Cámara de Compensación del BCR.
«Esto significa 3.6 veces el valor total de los depósitos de las cuentas corrientes, que equivale al 70 % del Producto Interno Bruto (PIB) del país. Esos $17,000 millones tardaron tres días (en cobrarse) y con el nuevo sistema se tardarán menos de un día», añadió Rodríguez a Diario El Salvador.
Según el funcionario, esto significa mayor dinamización de la economía, lo que a su vez, beneficia a las pequeñas y medianas empresas que utilizan los fondos (cobrados) para reinvertir en sus negocios, tener liquidez y pagarles a los proveedores, esto influye en la recuperación del país, destacó el funcionario de Gobierno.
«Esta modernización significa un gran salto que el país realiza en materia de compensación, brindando una mayor confianza a los usuarios de este instrumento de pago, repercutiendo de forma positiva en toda la actividad comercial y económica, especialmente de las empresas como principales usuarios de este instrumento», afirmó Rodríguez.
Además, Rodríguez informó que las mejoras forman parte del proyecto de modernización de los sistemas de pagos, cuyo funcionamiento adecuado es fundamental para la eficiencia y estabilidad del sistema financiero ya que forman parte de la infraestructura a través del cual se moviliza el dinero en la economía.