El combate frontal a las pandillas, a través del cerco de seguridad de Cabañas consolidó los tiempos de paz y tranquilidad que vivían los habitantes del municipio de Victoria con el Plan Control Territorial (PCT).
Desde el 1° de agosto más de 8,000 miembros de los cuerpos de seguridad ejecutan patrullajes preventivos en diferentes sectores de la referida localidad en cumplimiento a la medida implementada por el presidente Nayib Bukele y las autoridades del Gabinete de Seguridad, en busca del remanente de pandilleros que huyen de la ley.
Los soldados y policías recorren zonas montañosas y el centro de la ciudad para no dejar ningún espacio libre donde se escondan los terroristas, que por muchos años causaron luto y dolor a los pobladores honrados.
De acuerdo con datos del ministerio de Seguridad, a la fecha registran la detención de 185 mareros de las diferentes estructuras criminales, a 21 que ya guardaban prisión le leyeron nuevos órdenes de captura por otros delitos, en este periodo han incautado 42 armas; entre las que hay 11 fusiles y han decomisado más de 90 vehículos.
El presidente Bukele explicó que la medida de seguridad se originó debido a que en las últimas semanas de julio y producto de la guerra contra pandillas, el departamento de Cabañas se había convertido en el lugar con mayor número de células terroristas, que han llegado ahí buscando sus áreas rurales para ocultarse.
El mandatario detalló que el cerco se mantendrá mientras los operativos puedan extraer a todos los pandilleros. Pero manifestó que la población de Cabañas, sus visitantes y turistas pueden estar tranquilos y realizar sus actividades con toda normalidad.
Y es así que la presencia de los militares y agentes policiales es aplaudida por la población que ha notado los cambios irrefutables en seguridad a casi un mes de implementado este componente de la guerra a las maras.
Tal es el caso de don Marcial Méndez, quien fue registrado en un control vehicular a la entrada del municipio y manifestó: «Por mi está excelente. Andamos tranquilos. Antes no podía salir uno. Hoy todo tranquilo gracias a Dios».
Oscar Vásquez, un joven de 18 años, también expresó, «nos sentimos bien. Nos sentimos con libertad de salir a cualquier parte». Las opiniones de la ciudadanía desmienten las versiones de la oposición que el plan gubernamental priva a los ciudadanos y viola sus derechos humanos.
Los patrullajes, controles vehiculares y registros de personas sospechosas son a toda hora y en todo lugar, con el fin de no dar tregua a los delincuentes quienes por décadas robaron la paz de personas inocentes.
A diario, la medida de seguridad saca a terroristas de las calles, como, por ejemplo, uno de los últimos detenidos es Edis Antonio Portillo Mena, alias Espanto, quien está fichado como homeboy de la Mara Salvatrucha y cumplía la función de gatillero, es decir mataba a las víctimas que su estructura le indicaba.
El ministro de la Defensa Nacional, Francis Merino Monroy, detalló que el criminal dejó crecer su cabello para ocultar los tatuajes que, en el pasado, lucía orgullosamente en su cabeza.
El terrorista fue localizado en el cantón Maquilishuat de Ilobasco. «Todo nuestro esfuerzo está dirigido a garantizar la tranquilidad y seguridad de los salvadoreños», escribió Merino Monroy, en la red «X».