El FMLN llamó al pueblo salvadoreño a la resistencia contra la ratificación de una reforma al artículo 248 de la Constitución de la República, que la Asamblea Legislativa aprobó el miércoles pasado con la finalidad de iniciar el proceso legal de eliminación de la deuda política como mecanismo de financiamiento de los partidos con dinero público.
«Reiteramos nuestro rechazo total a esta reforma confeccionada a la medida del carácter antidemocrático y represivo del oficialismo, y llamamos al pueblo y a nuestra militancia a no cesar en la denuncia pública y la resistencia», anunció el FMLN por medio de un comunicado que publicó en la red social Facebook.
La reforma constitucional del artículo 248 fue aprobada el 30 de abril de 2024 por la legislatura 2021-2024 con los votos Nuevas Ideas, PCN, PDC y GANA. Y fue ratificada el miércoles pasado con los votos de Nuevas Ideas, PCN y PDC.
Dicha reforma constitucional establece que las reformas a la Carta Magna deben ser aprobadas con el voto de 31 diputados y se deberán ratificar en la siguiente legislatura con los votos de las dos terceras partes de los diputados (40) o en la misma legislatura con los votos de las tres cuartas partes (45).
En su comunicado el expartido de Gobierno también amenazó con seguir «luchando junto al pueblo hasta conseguir el país justo y democrático que la Constitución actual le garantiza a todo El Salvador».
Manuel Flores, secretario general del FMLN, utilizó la misma red social para descalificar la ratificación de la reforma constitucional.
«Rechazamos la abominable reforma constitucional creada por la Asamblea Legislativa que socava los cimientos democráticos y jurídicos del país», declaró Flores.
Según el instituto de izquierda, la ratificación socava «los cimientos democráticos y jurídicos de la república». También planteó que abre las puertas al «autoritarismo, con un gobernante único y perpetuo en el país».
La ONG Cristosal secundó, a través de un comunicado, la postura del FMLN frente a la reforma, señalando que «permite que esta legislatura, en minutos, pueda modificar cualquier artículo de la ley fundamental sin debate, sin consulta ciudadana, e incluso sin justificación. Es decir, han reducido nuestra Constitución al nivel de cualquier ley secundaria». Agregó que «ya no existe seguridad jurídica ni frenos o contrapesos al poder para el Órgano Ejecutivo».