La consolidación de una industria de astilleros es la nueva apuesta del presidente Nayib Bukele, la cual pone a El Salvador en la mira de empresas navieras que surcan el Océano Pacífico en busca de servicios de reparación y mantenimiento de sus barcos.
Según el comisionado presidencial para Proyectos Estratégicos, Cristian Flores, no existe un astillero en la costa pacífica desde el norte de México hasta Ecuador, lo que representa una oportunidad de oro para El Salvador, que cuenta con una ubicación privilegiada y estratégica al centro del continente.
«El Pacífico tiene una circulación de más de 5,000 embarcaciones al año, lo que representa el gran potencial del proyecto. Empresas como Norwegian Cruise Line y Royal Caribbean, contratan servicios de reparación y mantenimiento de sus flotas en el lado del Caribe, lo que les resulta mucho más costoso, por lo que un astillero en nuestro país convierte a estas empresas tanto en potenciales clientes, como en inversionistas», comentó.
El funcionario subrayó que la iniciativa cuenta con el respaldo del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), desde su Plan Maestro para el Desarrollo de Puertos en El Salvador. «El Plan de Acción presentado por el PNUD incluye la factibilidad para mantenimiento y servicios a pequeñas embarcaciones», afirmó.
Asimismo, Flores agregó que con el apoyo del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE), a través de fondos no reembolsables del Gobierno de Corea del Sur, se inició el proceso para contratar expertos surcoreanos, quienes determinen la factibilidad para que grandes embarcaciones, como cruceros, reciban servicios en El Salvador. También se contará con el acompañamiento del Ministerio de Océanos y Pesca de dicho país asiático.
En paralelo, el Gobierno trabaja de la mano con aliados estratégicos, por lo que ya firmó un convenio con la empresa española Astilleros Balboa / Astilleros Canario (ASTICAN / ASTIBAL) para capacitar a salvadoreños en esta industria.
«Estamos en la etapa de formación para que los salvadoreños puedan optar a técnicos superiores y especializarse en esta área que genera muchos ingresos para los países que tienen un astillero. Esta fase permite formar jóvenes y aprovechar la infraestructura educativa que tenemos, y así poder generar alrededor de 3,000 empleos directos», afirmó el comisionado.
Por otra parte, comentó que, como Gobierno, y con el apoyo técnico de ASTICAN, se busca desarrollar las capacidades especializadas, intercambio de experiencias, formación, la realización de investigaciones y pasantías, para que esta industria tenga una base sólida.
«Estamos de cara a la futura industria de astilleros y reparación naval del país, que posicionará a El Salvador como un referente regional en la materia», finalizó.