El personal del Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales (MARN) y voluntarios locales plantaron 4,000 candelillas de mangle en la playa San Diego, El Amatal, en La Libertad. Esta especie de planta es importante para la protección de las costas y mantener el equilibrio en la biodiversidad.
«Los manglares son clave para proteger nuestras costas, filtrar el agua y ser hogar de muchas especies», indicó la institución.
Con estas acciones, el MARN continúa avanzando en la protección de los ecosistemas. Esto como parte del programa Árboles para el Salvador.
En ese sentido, la institución también impulsa la restauración de los manglares en la Barra de Santiago, Ahuachapán. Estos ecosistemas son claves para proteger la costa y brindar hábitat a numerosas especies de aves, mamíferos y crustáceos, entre otras.
«La reforestación es fundamental para darle un pulmón para el futuro a El Salvador. Sigamos avanzando en la conservación de nuestros recursos naturales», reiteró el MARN.
El país cuenta con seis especies de mangle: madresal, istaten, botoncillo, cincahuite, mangle rojo y mangle rojo espigado, siendo esta última la especie predominante. El botoncillo es mucho más frágil y está a punto de llegar a la categoría en peligro de extinción y se encuentra en las áreas transitorias entre bosque dulce y bosque salado.
De acuerdo con el MARN, el ecosistema de manglar del país está distribuido a lo largo de toda la costa, desde Bola de Monte, en Ahuachapán, hasta la Bahía de La Unión. En total, 39,976 hectáreas de bosque salado que representan el 1.67 % del territorio nacional. La Bahía de Jiquilisco, en Usulután, es el lugar donde se encuentra más de la mitad del total de manglares del país.