El café pacamara es una de las principales variedades producidas en las seis regiones cafetaleras de El Salvador, el cual predomina en la cordillera Alotepeque-Metapán.
El grano de origen salvadoreño también se cosecha en otros países de Centroamérica, México y Perú, entre otros.
La variante, que se desarrolló en territorio salvadoreño, es híbrida de la especie arábica y resultó del cruce entre el pacas y el maragogipe rojo, considerada una de las mejores del mundo.
La calidad del pacamara fue suficiente para incluirlo en la edición especial de café de El Salvador.
Según el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG), El Salvador es el único país de Centroamérica en desarrollar su propia variedad de café de alta calidad, la cual es muy acogida por nacionales y extranjeros.
El pacamara participó en 14 certámenes de la Taza de Excelencia, en la que obtuvo los primeros lugares en la tabla de ganadores. Sus calificaciones en estos eventos alcanzaron notas entre los 90 y los 93.5 puntos, por lo que esta variedad también recibió el título de Café Presidencial, en diversas oportunidades.
El exquisito aroma con notas de chocolate, floral y miel; su cuerpo pronunciado, con excelente textura; su acidez fina, su brillantez y sus atributos de sabor a frutos tropicales hicieron que este café fuera destacado por catadores nacionales e internacionales como uno de los mejores en el país.
En los últimos años, el pacamara alcanzó precios de hasta $95.70 por libra oro-uva (precio Taza de Excelencia 2017), equivalente a $9,570 por quintal oro-uva, con exportaciones hacia Alemania, Japón, Corea del Sur, China y Estados Unidos, entre otros.
Según datos del Consejo Salvadoreño del Café (CSC), de las más de 200,000 manzanas del parque cafetalero nacional, el 53 % está cultivado con la variedad bourbon, 28 % con café pacas, el 6 % con cuscatleco y el 5 % con catimor, mientras que el 2 % del parque cafetalero está cultivado con pacamara, un 2 % con catisic y el resto con otras variedades como catuaí, typica y caturra.
HISTORIA DEL PACAMARA
En 1958, el Instituto Salvadoreño para Investigaciones de Café comenzó los trabajos de mejoramiento genético de variedades de la especie arábica a través del proceso de hibridación intravarietal.
Utilizó como progenitoras las variedades arábicas pacas (mutación natural de bourbon) y maragogipe rojo (mutación de typica) para lograr desarrollar la variedad salvadoreña pacamara.