El abogado y conferencista dominicano, Julián Serulle, destacó los logros en materia de seguridad que ha obtenido el presidente Nayib Bukele a través de los diferentes planes implementados durante su administración, entre ellos, el régimen de excepción, y los cercos de seguridad.
«Ha bajado la criminalidad, ha bajado la violencia, ahora se puede ‘bailar con alegría’ en las calles salvadoreñas» y también aseguró que le está «mandando un mensaje a la nueva generación: de cuál es el castigo de aquellos que violenten la estabilidad, la tranquilidad y la paz de una nación», explicó Serulle durante una entrevista.
Por otra parte, el abogado recordó la historia de El Salvador: «fue un país que tuvo dictaduras tras dictaduras, crueles, cuando un civil era presidente respondía a la oligarquía del momento… luego tuvo elecciones ajustadas a los vicios electorales y con la influencia directa de los Estados Unidos».
No obstante, el conferencista dominicano aseguró que, luego de que el FMLN no le diera «el gobierno que ese pueblo merecía», y «mucho menos lo hicieron los que antecedieron, la ultraderecha cuyas sigas es ARENA», llegó al poder el presidente Nayib Bukele.
En ese sentido, indicó que el presidente Bukele fue cultivando su experiencia desde su periodo como alcalde de San Salvador. Explica que, al llegar a la presidencia, se encuentra con «una situación económica difícil, con muchos vicios del pasado… pasando por el capitalismo impuesto por Estados Unidos».
«Bukele llega con un criterio porque ya le había dado respuesta a esas dos ciudades de las que ya había sido alcalde (Nuevo Cuscatlán y San Salvador), en ese plan de nación llega con un criterio de cómo buscar una seguridad ciudana, y al mismo tiempo cómo infiltrar y combatir la corrupción del Estado, pero también la corrución de cuellos blancos», explicó.
De igual manera, recordó cómo el presidente, durante su primer año de administración, tuvo que «hacer malabares» para poder llevar a cabo su criterio político «para el bien del pueblo salvadoreño», ya que todavía ejercía la antigua Asamblea Legislativa.
«Todo lleva al presidente Bukele a tener un concepto de autodeterminación, más que de nacionalismo, de que el Estado tiene que ser dirigido, controlado y organizado por los mismos salvadoreños, y no por fuerzas extranjeras para imponerles sus criterios e intereses, y eso se aplaude en América Latina», dijo Serulle.