San Salvador 2023 no tuvo ensayos, simplemente con el cronómetro en mano entró a la pista, corrió a toda prisa, sorteó obstáculos y subió a lo más alto del podio.
Y es que por encima de la constelación de deportistas regionales que desfiló en el país, el gran ganador de la XXIV edición de los Juegos Centroamericanos y del Caribe fue El Salvador, y la coronación llegó en una noche cargada de luces y, sobre todo, elogios de todo el mundo.
«Colombo [un perro adoptado por la delegación colombiana] es la mejor muestra de que estos Juegos nos devolvieron el brillo que nos quitó la pandemia y es el ejemplo de que aquí en El Salvador se hicieron, escúchenme bien, los Juegos más grandes de la historia de nuestra organización en un año y medio», dijo Luis Mejía, presidente de Centro Caribe Sports.
La sentencia halagadora de Mejía se dio en la caída del telón de un show deportivo que, de la incertidumbre inicial, pasó a una fiesta ininterrumpida en la que los salvadoreños disfrutaron a lo largo de 18 días.
En los días previos existían dudas de que El Salvador pudiera organizar con tan poco tiempo unos Juegos de esa magnitud (se asignan para planificar y desarrollar en seis años), y el Gobierno del presidente Nayib Bukele, por medio del Instituto Nacional de los Deportes (Indes), con Yamil Bukele a la cabeza, salió al rescate y se hizo cargo de la «papa caliente», con apenas dos años por delante.
Las incertidumbres, sin embargo, se disiparon cuando, uno a uno, los países participantes (35 en total) ondearon su bandera y desfilaron en la pista del estadio Jorge «Mágico» González, uno de los escenarios que ofrecieron un rostro renovado, que ha quedado «de toque» para los deportistas nacionales.
A los coloridos desfiles siguieron el espectáculo de luces y el DJ estadounidense Marshmello que prendió la noche con una descarga de música electrónica que dio paso a los primeros podios azules.
Israel Gutiérrez abrió la ruta, y en el camino se sumaron los oros de Amado de Jesús Alvarado y Sindy Portillo (surf), Juan Manuel Bolaños (ecuestre), Pablo Ibáñez (atletismo), Gabriella Izaguirre (karate) y Enrique Arathoon (vela).
En total fueron ocho medallas de oro, tres de plata y 17 de bronce.
Las preseas doradas cosechadas alcanzaron para superar las conquistas de Barranquilla 2018, donde se cerró con dos metales dorados, cinco platas y 11 bronces. Igualmente, se superaron las obtenidas en Veracruz 2014: dos oros, nueve platas y 12 bronces.
No obstante, la mayor conquista para El Salvador es que desde hace seis meses cuenta con escenarios deportivos de primer mundo: el estadio Mágico González estrenó pista, butacas, grama y quedó como nuevo; El Polvorín fue retocado, el Gimnasio Nacional estrenó duela, el fútbol playa ahora dispone de un estadio en la capital.
Entre otras remodelaciones históricas. «Los escenarios deportivos han sido totalmente adecuados para los atletas y ellos lo agradecen. Ahora El Salvador cuenta con una infraestructura que no todos tienen, de primer nivel», declaró Mejía.
Hérbert Aceituno ganó medallas, impuso récords y terminó con carro nuevo
El deporte paralímpico de El Salvador está bien representado, desde hace unos años, por el parapowerlifter Hérbert Aceituno, quien arrancó el año al colgarse una medalla de plata en el Parapowerlifting World Championships Dubái 2023, un evento en el que también batió tres veces el récord de las Américas con 193 kilogramos.
Luego, Aceituno fue designado para portar el pabellón nacional en los Parapa – namericanos de Santiago 2023, donde llegó como campeón defensor, ya que en Lima 2019 ganó oro en la categoría hasta 59 kilogramos.
El Pequeño Sansón no defraudó en la justa continental por segunda ocasión, ya que levantó 192 kilogramos y ganó la medalla dorada, además de que impuso un récord parapanamericano. Este año lo cerró con carro nuevo, ya que fue elegido deportista del año en los premios Esfuerzo y Gloria del Indes.
El himno de el salvador también sonó en los Juegos Panamericanos
Los Juegos Centroamericanos y del Caribe en San Salvador no fueron la única justa en la que el país vio ondear su bandera y escuchar el himno nacional desde lo más alto del podio: en los Juegos Panamericanos de Santiago 2023 tuvo atletas que se vistieron de oro.
Roberto Hernández y Douglas Nolasco dieron en el blanco con sus flechas y se quedaron con el oro en tiro con arco compuesto. También Ivonne Nóchez patinó por una plata.
Asimismo, Uriel Canjura, que abrió la ruta de las medallas para El Salvador en Chile, fue el primero en ganar una de bronce en el evento individual de bádminton; en karate, Jorge Merino, otra carta fuerte en el deporte salvadoreño, también se colgó una de bronce y cerró así la intervención nacional en la casilla 19 de esta cita continental, con un total de cuatro preseas ganadas.