Detener la salinización en los suelos para aumentar la productividad es el principal objetivo del Día Mundial de los Suelos de 2021, que se conmemora hoy.
La salinización del suelo se refiere a una concentración de sales arriba de lo normal. Según Raúl Cárcamo, especialista en agroecosistemas de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) en El Salvador, algunas de las actividades que pueden generar la salinización son las sequías y el uso inadecuado de fertilizantes y de aguas cargadas de minerales.
El especialista explicó que esto es un problema porque daña la composición del suelo. «Las plantas ya no pueden crecer adecuadamente. Los suelos cargados de sales tienden a ser más secos y hay menos agua disponible para cultivos.
Eso disminuye los alimentos para las personas, y se pierde la biodiversidad», indicó Cárcamo. Por lo tanto, con el apoyo de la FAO, en El Salvador se desarrollan actividades para evitar esta problemática, como el uso de barreras vivas, es decir, sembrar líneas de plantas con densidad alta que no permitan que el agua transite libremente en el suelo.
Otras actividades que se practican son el uso del residuo de cosechas anteriores como materia orgánica, la aplicación de abonos verdes y el uso de sistemas agroforestales.
De acuerdo con Cárcamo, la gestión sostenible del suelo incluye «trabajar en la planificación del uso del suelo, incrementando la fertilidad y mejorando los servicios ecosistémicos».
Otro de los programas de la FAO Cuando hay árboles, hay un proceso natural de captación de agua para los acuíferos y se mantiene activo el ciclo del agua.
La formación del suelo puede tardar años». es Reclima, el cual se establece en 114 municipios de las zonas con riesgo de inseguridad alimentaria en el país. Dicho programa trata de cambiar las malas prácticas agropecuarias para aprovechar mejor las siembras.
Algunas de las acciones que contempla este programa son la creación de zanjas para la infiltración del agua, la no quema del rastrojo, entre otras.
De acuerdo con el representante de la FAO en El Salvador, Diego Recalde, la conservación del suelo requiere de una estrategia integral que incluye la reforestación en partes altas y medias de los acuíferos.
«Cuando hay árboles, hay un proceso natural de captación de agua para los acuíferos y se mantiene activo el ciclo del agua. La formación del suelo puede tardar años, y se puede acabar en una mala práctica agrícola», dijo Recalde.
Familia construye una finca diversificada
En el caserío La Colmena, ubicado en el municipio de Candelaria de la Frontera, en Santa Ana, habita una familia que ha desarrollado prácticas de producción sostenible con el suelo gracias a la orientación técnica de la FAO.

La familia se ubica en una zona del corredor seco de El Salvador, por lo que había sido afectada por el desgaste del suelo y la escasez del recurso hídrico. Sin embargo, desde 2015, fue asesorada por la FAO sobre el manejo sostenible del suelo y construyó una finca diversificada, que contiene un sistema de recolección de agua lluvia y un reservorio para el cultivo de tilapia, de donde también pueden obtener agua para consumo de los animales y para el riego de los cultivos.
En 2019 aprendieron sobre el uso de barreras vivas y zanjas de infiltración, incrementando el almacenamiento de agua en el suelo. También conocieron sobre la aplicación de los abonos verdes. La producción de granos básicos y hortalizas ahora la hacen aplicando técnicas de agroecología.
Actualmente, los miembros de la comunidad replican esta experiencia. «Hacer obras de conservación de suelo ha sido una experiencia que nunca me imaginé. Hemos visto el resultado y el beneficio que da para nuestras tierras», dijo Pedro Chamel, un miembro de la familia.